Estados Unidos a 11 de septiembre, 2024.- Este martes por la noche, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump protagonizaron un esperado debate presidencial, donde por primera vez intercambiaron directamente sus visiones sobre el futuro de Estados Unidos. En un momento crucial de la campaña, ambos candidatos se encuentran empatados en las encuestas, lo que hizo de este encuentro un evento clave para la definición de la contienda.
El debate abarcó temas de alta relevancia para los votantes, como la economía, la migración y el aborto. Aunque ambos candidatos tuvieron momentos de fortaleza, varios analistas coinciden en que Harris logró poner a Trump en una posición incómoda, sobre todo en temas relacionados con género y raza. Gonzalo Soto, director editorial de Expansión, considera que Harris fue efectiva al forzar a Trump a abordar asuntos que suelen generarle incomodidad.
Por su parte, Trump aprovechó la oportunidad para criticar duramente la administración de Joe Biden, destacando los problemas de inflación y manteniendo su narrativa sobre la «caza de brujas» en su contra por parte del sistema judicial. Según José Andrés Suemano, especialista en políticas públicas, Trump fue contundente en temas como la economía y migración, lo que le dio puntos con su base electoral.
En cambio, Harris usó el miedo a eventos pasados como los disturbios de Charlottesville y el surgimiento de grupos ultraderechistas para conectar emocionalmente con los votantes indecisos. Verónica Ortiz, abogada y analista política, subrayó que Harris se mostró presidencial, pero que le faltó ser más clara en su mensaje de apertura.
Con este único debate realizado hasta el momento, el electorado tendrá la oportunidad de evaluar las propuestas y posturas de ambos candidatos. La elección sigue siendo una de las más polarizadas en la historia reciente de Estados Unidos, y tanto Harris como Trump tienen aún mucho que demostrar en las semanas siguientes.