En medio de un clima político turbulento, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha asegurado a los principales donantes demócratas que el partido prevalecerá en las próximas elecciones, a pesar de la creciente presión sobre su compañero de fórmula, el presidente Joe Biden.
Durante una llamada urgente con donantes, Harris enfatizó: «Vamos a ganar estas elecciones. Sabemos qué candidato pone al pueblo estadounidense en primer lugar: nuestro presidente, Joe Biden». Estas declaraciones se producen en un momento crucial para la administración, con llamados de al menos 10 legisladores demócratas para que Biden abandone su intento de reelección.
La reunión con los donantes, organizada precipitadamente, buscaba tranquilizar y movilizar apoyo financiero en un momento de incertidumbre. Reuters informó que varios eventos de recaudación de fondos de la campaña de Biden fueron pospuestos debido a la amenaza de retención de fondos por parte de los donantes.
Según fuentes familiarizadas con la situación, la vicepresidenta Harris asistió a la reunión a petición directa de altos asesores del presidente, subrayando la importancia estratégica del momento para la administración.
La llamada y la movilización de recursos ocurren después de que Biden reafirmara su compromiso de continuar en la carrera presidencial, mientras el Partido Demócrata acelera los preparativos para la nominación. La situación política dentro del partido continúa siendo fluida y altamente dinámica, con repercusiones que podrían definir el curso de las próximas elecciones.
Esta serie de eventos subraya las tensiones internas y las complejidades políticas que enfrenta el Partido Demócrata en un período crucial para su estrategia electoral y su liderazgo en el panorama político estadounidense.