Por Juan Pablo Ojeda
La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata, Kamala Harris, está a punto de dar un paso significativo en su campaña electoral al unirse por primera vez a las figuras icónicas de su partido, el expresidente Barack Obama y la exprimera dama Michelle Obama. Este evento conjunto, programado para la próxima semana en los estados clave de Georgia y Míchigan, marca un hito importante para la estrategia electoral demócrata.
Harris estará en Georgia el 24 de octubre junto a Barack Obama, mientras que el 26 de octubre contará con la presencia de Michelle Obama en Míchigan. Esta será la primera vez que Michelle Obama participe activamente en un acto de campaña en apoyo a Harris, lo que subraya la importancia de este evento y su potencial para movilizar a los votantes.
El expresidente Obama ha estado en la línea del frente apoyando a Harris desde que ella se convirtió en la candidata demócrata, después de que el presidente Joe Biden suspendiera su campaña en julio, presionado por su propio partido tras un desempeño decepcionante en un debate. Obama ya ha participado en varios eventos en solitario, incluyendo un mitin en Pittsburgh, Pensilvania, y está programado para realizar más eventos en estados estratégicos como Arizona y Nevada antes de reunirse con Harris.
Ambos Obama han sido defensores fervientes de Harris, especialmente desde la Convención Nacional Demócrata celebrada en agosto en Chicago, donde pronunciaron discursos apasionados en su apoyo. La popularidad de estas figuras dentro del Partido Demócrata podría ser crucial para energizar a la base de votantes y atraer a aquellos indecisos en la carrera hacia las elecciones.
La participación de los Obama en la campaña de Harris no solo refuerza su candidatura, sino que también podría ser un indicativo de la estrategia del partido para contrarrestar la narrativa que rodea la retirada de Biden y consolidar su apoyo antes de las cruciales elecciones del próximo año.