Por Juan Pablo Ojeda
En un evento electoral celebrado en Raleigh, Carolina del Norte, la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, presentó los lineamientos de su plan económico, centrado en combatir el alto costo de los alimentos y la inflación provocada por prácticas empresariales cuestionables. Harris, quien busca suceder a Joe Biden en la Casa Blanca, subrayó su compromiso de construir una “economía de oportunidades” en Estados Unidos, con un enfoque específico en la regulación de precios en el sector alimentario.
Harris criticó duramente a las empresas que, según ella, inflan artificialmente los precios de los alimentos. “Mi principal prioridad es reducir los altos costos donde más importan, en el coste de los alimentos,” declaró durante el evento. La vicepresidenta prometió que, si es elegida, perseguirá a las empresas que no respeten las normas y se beneficiarán de la inflación de precios sin motivo justificado.
Además de abordar la crisis de los alimentos, el plan de Harris también incluye un ambicioso proyecto para el sector inmobiliario. “Trabajaré en asociación con la industria para construir los alojamientos que se necesitan, tanto para comprar como para alquilar,” prometió. Su objetivo es construir tres millones de nuevas casas y unidades de alquiler para eliminar la escasez de vivienda en el país durante su primer mandato. Harris compartió un relato personal sobre los sacrificios que su familia hizo para comprar su propia casa, enfatizando su compromiso de reducir los costos y aumentar la seguridad económica.
En cuanto a impuestos, Harris propuso recuperar ayudas fiscales por hijos y proporcionar hasta 6,000 dólares en alivio fiscal para familias de ingresos medios y bajos durante el primer año de vida de sus hijos. También planea reducir los impuestos en hasta 1,500 dólares para los trabajadores de primera línea sin hijos en casa, y ahorrar alrededor de 700 dólares en el pago de seguros médicos.
Harris contrastó su plan con el del expresidente Donald Trump, acusándolo de favorecer a los multimillonarios con recortes de impuestos masivos. “Trump lo hace por los multimillonarios y las grandes corporaciones. Yo lucharé para devolver dinero a los estadounidenses trabajadores y de clase media,” afirmó.
Sin embargo, el plan de Harris ha sido objeto de críticas por parte de los republicanos, quienes lo han calificado de “comunista” y advirtieron sobre posibles efectos negativos en la economía. El ex presidente del Consejo de Asesores Económicos durante la administración Trump expresó su preocupación de que la intervención gubernamental en la fijación de precios podría agotar la oferta.
A pesar de las críticas, Harris mantiene una ventaja en las encuestas generales. Según una media de sondeos realizada por FiveThirtyEight, la vicepresidenta obtiene el 46.3% de las intenciones de voto, superando en 2.6 puntos a Trump. La economía sigue siendo un tema crucial para los votantes, y el desempeño de Harris en esta área será clave en su campaña electoral.