En una reciente entrevista con Fox News, la vicepresidenta Kamala Harris dejó claro que, de ser elegida presidenta, su gobierno marcará un cambio significativo respecto al mandato de Joe Biden. Aseguró que su enfoque será innovador y que representará una nueva generación de liderazgo. “Aportaré mis experiencias vitales, mis experiencias profesionales e ideas frescas y nuevas”, afirmó Harris.
Uno de los temas más candentes en la entrevista fue la política migratoria. Harris, quien ha sido criticada por su gestión en este ámbito, subrayó que el sistema migratorio de Estados Unidos está “roto”. Además, no dudó en apuntar con el dedo hacia el expresidente Donald Trump, acusándolo de obstaculizar los esfuerzos por implementar una reforma migratoria efectiva.
“Prefirió correr de un problema en lugar de arreglarlo”, comentó, refiriéndose al programa “Quédate en México” que obligaba a los migrantes a esperar en el lado mexicano de la frontera mientras sus solicitudes de asilo eran procesadas. Harris defendió su decisión de poner fin a este programa y enfatizó que la situación actual en la frontera requería una solución más humana y práctica.
Durante la entrevista, Harris enfrentó una serie de preguntas difíciles sobre el aumento de delitos cometidos por migrantes liberados mientras esperan su juicio. En respuesta a los comentarios sobre casos trágicos, Harris expresó su empatía hacia las familias afectadas, pero insistió en que la solución pasa por mejorar la seguridad fronteriza y no por medidas punitivas que no abordan el problema de raíz. “Si se hubiera aprobado una seguridad fronteriza hace nueve meses, habríamos tenido más agentes en la frontera”, argumentó.
El veterano periodista Bret Baier, conocido por su estilo directo, desafió a Harris en varios puntos, pero ella mantuvo su posición, pidiendo que le permitieran terminar de hablar en varias ocasiones. Su defensa de sus políticas, aunque a veces tensa, revela su determinación de llevar un mensaje de cambio y renovación.
Al cerrar la entrevista, Harris reiteró que su presidencia no se basará en continuar con las políticas de Biden. “Soy parte de una nueva generación de liderazgo”, declaró, subrayando su compromiso de traer un enfoque fresco a los desafíos que enfrenta el país.
Con una campaña electoral en marcha, Harris parece dispuesta a distanciarse de su actual jefe y hacer su propia marca en la política estadounidense. La próxima etapa en la carrera presidencial promete ser emocionante, especialmente con la fuerte oposición que enfrentará en un escenario político polarizado.