La Audiencia de Barcelona ha decidido archivar la investigación sobre Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, respecto a los supuestos pagos indebidos a empresas vinculadas a un ex alto cargo arbitral. Este fallo pone fin a las acusaciones que pesaban sobre él desde su primer mandato al frente del club catalán, que se extendió de 2003 a 2010.
Según el auto judicial, las presuntas irregularidades habrían prescrito, y la condición de investigado atribuida a Laporta y a otros miembros de la junta directiva de aquel periodo ha sido retirada. Esta decisión sigue la recomendación de la Fiscalía y de los abogados defensores, consolidando un giro significativo en uno de los casos más sonados del fútbol español.
El escándalo, denominado «Caso Negreira», se centraba en los pagos de más de 7,3 millones de euros realizados por el club a José María Enríquez Negreira, quien fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros entre 2001 y 2018. Estos pagos, que cesaron en 2018 con la reestructuración del organismo por Luis Rubiales, fueron interpretados por la fiscalía como posibles intentos de influencia en las decisiones arbitrales, aunque el Barça siempre defendió que se trataba de compensaciones por informes arbitrales.
La exoneración de Laporta marca una importante victoria legal para él y para el club, que ha visto cómo antiguas figuras como los expresidentes Rosell y Bartomeu también fueron arrastrados por las investigaciones. A pesar del revuelo y las especulaciones, la Audiencia ha determinado que Negreira no podía ser considerado funcionario público, lo que ha llevado a la anulación de los cargos de soborno a todos los investigados.
Esta resolución cierra un capítulo que había generado incertidumbre y debate en el entorno del fútbol español, permitiendo tanto a Laporta como al FC Barcelona mirar hacia adelante sin las sombras del pasado legal oscureciendo su futuro.