Jurado de EEUU reanuda debate de caso de mexicano Genaro García Luna
Los 12 miembros del jurado regresaron a la Corte de Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, en una recta final sospechosamente adelantada pues comparecieron a las vistas menos de la mitad de los testigos que se esperaban, y la mayoría de ellos personas detenidas que buscan bajar sus penas y cuyos descargis no son tomados como pruebas en los procedimientos para una declaratoria de culpabilidad o de no culpabilidad.
Es la parte muy bien explotada por la defensa la cual dejó sentado que son declaraciones interesadas y que, por tanto, carecen de valor penal o judicial.
El viernes, los jurados realizaron 13 peticiones respecto de los testimonios de colaboradores del gobierno estadounidense, entre ellos, el del ex policía federal Francisco Cañedo Zavaleta y del exnarcotraficante colombiano Harold Poveda Conejo y lo dicho por Jesús Reynaldo Zambada García, El Rey, acerca de la entrega de sobornos a un sobrino de García Luna.
Declaraciones como las de El Rey son muy importantes para el caso. Los detalles sobre la presunta reunión que García Luna habría tenido con Óscar Paredes, un abogado del cártel de Sinaloa, en el restaurante Campos Elíseos en la Ciudad de México en 2006, son una pieza fundamental para ilustrar que el exfuncionario mexicano recibía sobornos del crimen organizado para tenerlo en su nómina con decenas de millones de dólares, lo cual es cierto, pero sin aporte de pruebas.
También pidieron el testimonio del exfiscal de Nayarit Édgar Veytia, sobre un enfrentamiento con policías, un extracto de lo dicho por Sergio Villarreal Barragán, El Grande, la historia del agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Miguel Madrigal.
Esta última sobre las reuniones en el restaurante Campos Elíseos, en la Ciudad de México, en donde supo que funcionarios mexicanos se reunían con narcotraficantes para recibir sobornos y el testimonio del extitular del Servicio de Administración Tributaria del Estado de Coahuila Héctor Villarreal, sobre pagos a un medio de comunicación para tener una buena imagen pública.
Cuando los miembros del jurado hayan llegado a un veredicto, deberán llenar un formulario que entregarán al juez Brian Cogan, quien una vez que confirme que se trata del veredicto final, procederá a leerlo al exfuncionario mexicano, a su defensa y a los fiscales.
Ante las grandes dudas por ausencia de pruebas, fuentes cercanas al juicio comentaron que el caso de García Luna es lo más cercano a un principio en la jurisprudencia que si no existe debería existir, y es que la evidencia abrumadora se debe considerar prueba si esta última es ocultada, obstruida, no surge o no es presentada en el proceso judicial.
La mejor y mayor prueba de la culpabilidad de García Luna, está en la suprfiie, a la vista de todos, y es la brutal riqueza material y montaria de un hombre que empezó a robar en el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), y no dejó de hacerlo en los siguientes de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto, (2012-2018).