Según el último informe de los Centros Nacionales de Información Medioambiental, el pasado mes de junio ha sido el más cálido registrado globalmente, marcando el decimotercer mes consecutivo en el que se alcanzan temperaturas récord a nivel mundial. Esta agencia, parte de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), reveló que la temperatura global de la superficie fue 1.22 grados centígrados superior al promedio del siglo XX, que se sitúa en 15.5 grados centígrados.
El impacto del calor extremo fue particularmente notable en África y Sudamérica, donde ambos continentes experimentaron sus junios más cálidos registrados. África superó su récord anterior por 0.51 grados centígrados, mientras que Sudamérica lo hizo por 0.82 grados centígrados. En Sudamérica, el Pantanal, el mayor humedal tropical del mundo, sufrió una desecación temprana y expansiva que desencadenó más de 2,500 incendios forestales, la cifra más alta en registros históricos.
Europa también no escapó del calor excepcional, con junio clasificado como el segundo más cálido de su historia. Las temperaturas europeas superaron en 2.55 grados centígrados el promedio mensual, según datos recabados durante los últimos 175 años por la entidad.
Los océanos no fueron la excepción, con una temperatura promedio 0.98 grados centígrados por encima de la media, influenciada por el fenómeno climático de El Niño. Las aguas del Atlántico ecuatorial y el Caribe fueron particularmente afectadas, exacerbando los efectos de eventos climáticos como el huracán Beryl.
En términos de precipitaciones, junio mostró un patrón más seco de lo habitual en diversas regiones, incluyendo gran parte del oeste y este de Estados Unidos, Alaska, norte de África, sureste de Europa, Rusia, noreste de China y partes del sur y este de Australia.
Las proyecciones para el resto de 2024 no son alentadoras. La NOAA advierte que existe una probabilidad cercana al 60% de que este año se convierta en el más cálido registrado hasta la fecha, al menos posicionándose entre los cinco años más calurosos de la historia moderna.
Este récord de calor global subraya la urgente necesidad de acciones globales para abordar el cambio climático y sus efectos devastadores en los ecosistemas y comunidades en todo el mundo.