Por Juan Pablo Ojeda

Este martes, 11 de marzo, arrancó en San Isidro, Buenos Aires, el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, en el que el mediático abogado Fernando Burlando, representante de las hijas del astro del fútbol, Dalma y Giannina, acusó a un grupo de profesionales de la salud de ser responsables de la tragedia. El abogado calificó como «un plan inhumano de resultado eficaz» el tratamiento que Maradona recibió en sus últimos días de vida, asegurando que «en cualquier hospital precario le hubieran salvado la vida». Burlando señaló que Maradona fue «asesinado», enfatizando que su muerte fue resultado de una serie de decisiones equivocadas por parte de su equipo médico.

El juicio, que se prevé dure al menos cinco meses, reúne a siete imputados, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes se enfrentan a acusaciones por homicidio simple con dolo eventual. El caso gira en torno a la decisión de mantener a Maradona en internación domiciliaria, en lugar de trasladarlo a un hospital, lo que Burlando considera una «conjunción diabólica» que resultó en la muerte del exfutbolista el 25 de noviembre de 2020.

Según Burlando, la internación domiciliaria fue «una manera de condenarlo a muerte», ya que se realizó sin el consentimiento expreso del paciente y en contra del sentido común. El abogado también apuntó que, si Maradona hubiera sido atendido en un hospital, su vida habría podido ser salvada. En su alegato, subrayó la «inhumanidad e indolencia» de los responsables, a quienes acusó de haber actuado con el único fin de quitarle la vida.

Los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra están a cargo de la investigación. Además, el juicio incluirá testimonios de 92 testigos, entre los que se encuentran miembros del entorno médico y personal de apoyo de Maradona.