CDMX a 12 de julio, 2024.- En un contundente pronunciamiento conjunto, jueces y juezas federales de México han expresado su firme oposición a la reforma al Poder Judicial, criticando los Diálogos Nacionales sobre la iniciativa como una «práctica dilatoria» destinada a frenar la protesta de los integrantes del Poder Judicial. En la misiva, los juzgadores subrayaron su rol como contrapeso al Poder Ejecutivo y Legislativo, destacando la importancia de su independencia y autonomía.
Los jueces federales enfatizaron que no son políticos y rechazaron cualquier invitación a compartir el Poder Político. «Juzgar exige capacidad, independencia y autonomía. Nuestra fuerza proviene de la razón, de la palabra, con el apoyo en la Constitución y la ley», afirmaron. Esta declaración subraya la necesidad de mantener una judicatura independiente que pueda actuar sin influencia externa, garantizando así la justicia imparcial.
En su pronunciamiento, los jueces respondieron a las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha calificado al sistema de justicia federal como una «élite» y una «burocracia dorada» llena de privilegios. «Es falso», señalaron los juzgadores, rechazando estas acusaciones y defendiendo su papel como garantes de la legalidad y el equilibrio de poderes. «No rendimos pleitesía al Ejecutivo ni al Legislativo: somos su contrapeso. La Constitución así lo establece, somos un poder que equilibra para evitar que los otros dos poderes actúen fuera de la ley».
Los jueces también abordaron las acusaciones de estar subordinados a las élites financieras y de ser un poder corrupto. Reiteraron que su trabajo es controlar el poder arbitrario que se ejerce fuera de la ley y señalaron que estas acusaciones buscan desprestigiar su función. En cambio, acusaron que han enfrentado intentos de destitución masiva de jueces y magistrados constitucionales, aprovechando la posición del partido oficial mayoritario en el Congreso.
La reforma al Poder Judicial propuesta por el Ejecutivo ha generado un intenso debate en México. Los Diálogos Nacionales, organizados para discutir la iniciativa, han sido criticados por los jueces como una estrategia para dilatar el proceso y evitar una verdadera protesta. La discusión sobre la reforma judicial continuará, con la participación de diversos actores políticos y sociales, buscando encontrar un equilibrio entre la modernización del sistema judicial y la preservación de su independencia.