El alcalde electo de Puebla, José Chedraui Budib, ha revelado una alarmante situación financiera en el Ayuntamiento, señalando que la administración saliente deja un “hoyo financiero” que podría superar los 600 millones de pesos. Durante una rueda de prensa, Chedraui Budib expresó su preocupación ante las irregularidades que ha encontrado en el proceso de entrega-recepción: “Temo que encontraremos muchas sorpresas y que ninguna será buena”.
El alcalde electo anunció que presentará denuncias formales contra los responsables de este desfalco, subrayando que no solapará ni callará las malas prácticas de la gestión anterior. «Anuncio firmemente que denunciaremos lo que tengamos que denunciar, quien haya hecho las cosas mal, será denunciado», afirmó tajantemente.
Chedraui Budib criticó duramente las condiciones en que recibe el gobierno municipal, asegurando que es un “gobierno de cero”, sin presupuesto, con calles llenas de baches, servicios públicos deficientes y un sistema de seguridad colapsado. Además, se manifestó en contra de la posibilidad de que el alcalde saliente, Adán Domínguez, solicite un crédito ante el Congreso para cubrir un supuesto sobregiro. El edil electo advirtió que esta acción afectaría gravemente a los habitantes de Puebla.
Por su parte, Adán Domínguez, alcalde interino, negó la existencia de un “hoyo financiero”, aunque reconoció que la administración saliente deja una deuda de 448 millones de pesos en obras públicas y servicios no pagados. Sin embargo, Domínguez defendió que estas obras benefician a la ciudadanía y que la nueva administración contará con una recaudación cercana a mil 436 millones de pesos en los últimos meses del año para hacer frente a estos compromisos.
El edil interino rechazó que su administración tenga la intención de tramitar un crédito y responsabilizó a la Tesorería Municipal por la «falta de previsión» que ha llevado a esta situación. “Ya he llamado la atención al titular de la Tesorería sobre este mal cálculo administrativo”, concluyó.
La situación plantea un gran reto para Chedraui Budib, quien tomará posesión el próximo 15 de octubre y deberá enfrentar la gestión de una Puebla con finanzas comprometidas y servicios deteriorados.