Por Bruno Cortés
En un paso firme hacia un México más limpio, la Cámara de Senadores firmó un acuerdo con la asociación civil ECOCE, consolidando su compromiso con el medio ambiente. Este convenio, celebrado por tercera vez en la historia del Senado, busca fomentar la economía circular y el reciclaje. Jorge Carlos Ramírez Marín, vicepresidente de la Mesa Directiva, resaltó la relevancia de esta acción durante la ceremonia. Con el eco de sus palabras resonando en el recinto, afirmó que este esfuerzo es clave para garantizar un entorno sano para los mexicanos, marcando un precedente en la lucha contra la contaminación.
El acuerdo establece medidas prácticas y efectivas. Jorge Alberto Terrazas Ornelas, director general de ECOCE, explicó que se instalarán contenedores especiales en las instalaciones del Senado para recolectar envases y empaques. Estos materiales serán trasladados a centros de reciclaje, asegurando una gestión responsable de los residuos. La iniciativa no solo busca reducir desechos, sino también transformar la forma en que el Senado interactúa con su entorno, ofreciendo un modelo replicable para otras instituciones públicas.
Además, el convenio incluye una campaña educativa. Se distribuirán materiales informativos dentro del Senado para enseñar al personal y legisladores cómo separar correctamente los residuos y entender los beneficios del consumo responsable. Terrazas Ornelas subrayó que este esfuerzo tiene un objetivo claro: “Generar conciencia sobre la importancia de dar una disposición final adecuada a los desechos”. Al cabo de 12 meses, se presentará un informe detallado con los resultados, un ejercicio de transparencia que permitirá evaluar el impacto real de la iniciativa.
La senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, aportó datos contundentes que dan peso a esta acción. México produce más de 39 millones de toneladas de residuos al año, pero solo el 13% se recicla. El resto termina en vertederos o basureros mal gestionados, contaminando suelos, ríos y mares. “Los residuos son un desafío global en esta era de consumo masivo”, afirmó, destacando la urgencia de adoptar medidas como las impulsadas por este acuerdo para proteger la vida silvestre y la salud pública.
Este compromiso va más allá de lo simbólico. Ramírez Marín enfatizó que aprender a “rediseñar, reutilizar y repensar” la economía en función del medio ambiente es esencial para la sostenibilidad. “En esa medida seremos compatibles con la naturaleza y mereceremos un lugar en este planeta”, expresó con convicción. Sus palabras reflejan una visión ambiciosa: un país que no solo limpia sus calles, sino que redefine su relación con los recursos naturales.
La iniciativa también tiene un componente legislativo. Ortiz Domínguez adelantó que el Senado trabaja en propuestas para fortalecer la economía circular y mejorar la gestión de residuos a nivel nacional. Este acuerdo con ECOCE se convierte así en un primer paso, un ejemplo tangible de cómo las políticas públicas pueden alinearse con los objetivos de sostenibilidad. La imagen de senadores depositando envases en contenedores específicos refuerza el mensaje de que el cambio comienza desde las propias instituciones.
Los beneficios de esta acción podrían extenderse más allá del Senado. Si otras dependencias gubernamentales y ciudadanos adoptan prácticas similares, el impacto colectivo podría ser transformador. La colaboración con ECOCE, una organización con experiencia en reciclaje, asegura que el proyecto esté respaldado por conocimiento técnico y una red establecida de procesamiento de residuos, lo que aumenta su viabilidad y credibilidad.
En un contexto global donde los desechos amenazan ecosistemas enteros, el Senado de México envía un mensaje de esperanza y responsabilidad. Este acuerdo no solo aborda un problema urgente, sino que posiciona a la Cámara Alta como líder en la adopción de prácticas sostenibles. Con contenedores instalados, educación en marcha y un informe en el horizonte, el Senado demuestra que las soluciones concretas son posibles, invitando a la sociedad a sumarse a este esfuerzo por un futuro más limpio.