El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha desechado el recurso presentado por la Federación Estadounidense de Gimnasia (US Gymnastics) en un intento por revertir la decisión que obliga a la gimnasta Jordan Chiles a devolver su medalla de bronce obtenida en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este fallo confirma que el bronce debe ser adjudicado a la gimnasta rumana Ana Barbosu, quien inicialmente había finalizado en tercer lugar en la final de suelo de gimnasia artística.
La controversia surgió cuando una reclamación de los Estados Unidos, presentada fuera del plazo por apenas unos segundos, alteró la puntuación original, otorgando el bronce a Chiles. A pesar de que Chiles recibió la medalla en el podio junto a Simone Biles y la campeona brasileña Rebeca Andrade, Rumanía apeló al TAS, alegando la tardanza en la reclamación, y el tribunal falló a su favor.
En un intento por revertir esta decisión, US Gymnastics presentó nuevas pruebas videográficas, argumentando que la reclamación se realizó conforme a las normativas. Sin embargo, el TAS ha comunicado que sus normas no permiten reconsiderar un laudo arbitral, incluso si se presentan nuevas pruebas concluyentes.
Ante esta situación, US Gymnastics ha expresado su profunda decepción y ha anunciado que agotará todas las instancias de apelación posibles, incluyendo llevar el caso al Tribunal Federal Suizo, con la esperanza de garantizar que Jordan Chiles reciba lo que consideran una justa valoración y colocación en el podio.
Este caso ha generado un debate sobre las normas de apelación y el manejo de pruebas en el deporte olímpico, dejando en claro que, aunque los Juegos Olímpicos de París 2024 han concluido, las controversias y decisiones arbitrales siguen teniendo un impacto significativo en los atletas y sus federaciones.
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