El 19 de septiembre de 2017 es una fecha que quedó marcada en la memoria de Jojutla, una ciudad que enfrentó una tragedia que transformó su paisaje y dejó profundas cicatrices en su comunidad. Se cumplen seis años desde aquel día en el que un sismo de magnitud 7.1 sacudió la región, y aunque el recuerdo es doloroso, es importante recordar la lección aprendida y estar preparados para el futuro.
La ciudad de Jojutla sufrió daños significativos durante el terremoto de 2017. Casi tres mil viviendas resultaron dañadas de forma total o parcial, y la comunidad lamentó la pérdida de 22 vidas en esta zona. Las pérdidas materiales fueron cuantiosas y de diversa índole. La colonia Emiliano Zapata de Jojutla, conocida como la «zona cero,» fue una de las áreas más afectadas por la catástrofe.
A pesar del dolor y las pérdidas, la vida sigue y nadie puede predecir si ocurrirá otro sismo de magnitud similar en el futuro. Los especialistas enfatizan la importancia de la preparación ante posibles desastres naturales.
Daniel Marcos Palma Balbuena, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Instituto Tecnológico de Zacatepec, recomienda seguir los nuevos reglamentos de construcción y realizar inspecciones periódicas en las viviendas, prestando especial atención a los «elementos estructurales» como la cimentación, castillos, cadenas, trabes y columnas. Aunque esto podría aumentar los costos de la construcción, la seguridad de las vidas humanas no tiene precio.
Enrique Clement Gallardo, exdirector de Protección Civil, subraya que se necesita más cultura de protección civil entre la ciudadanía. No se trata solo de saber cómo actuar durante un sismo, sino también de evaluar constantemente las condiciones de las viviendas y planificar qué hacer en caso de un desastre. Establecer rutas de evacuación en el hogar, puntos de reunión seguros y participar en actividades de Protección Civil son pasos esenciales para la preparación.
El aniversario de este desastre es un recordatorio de la importancia de la prevención y la preparación. Jojutla demuestra que la resiliencia y la voluntad de aprender de las lecciones del pasado son fundamentales para enfrentar el futuro con determinación y seguridad.