El actor estadounidense una vez más ha demostrado ser multifacético, ahora ha lanzado una colección de ‘tokens’ no fungibles (NFT), denominada ‘Never Fear Truth’ (‘Nunca temas a la verdad’), que incluye 11.111 cuadros creados por él mismo.
Entre los NFT están los autorretratos de Depp, retratos de famosos como Marlon Brando, Elizabeth Taylor y otros personajes. Así como retratos inéditos de los seres más cercanos a él como su hija Lily-Rose Depp, su difunto perro Mooh y el personaje de ficción Bunnyman creado por su hijo.
Poco después de que el actor presentara Never Fear Truth, causó conmoción en la comunidad de NFT, el revuelo fue tal que varias personas querían una obra de arte de Depp.
«¡Qué días tan locos desde el lanzamiento de #NeverFearTruth, más de 35,000 de ustedes se han unido a nuestra comunidad Discord y la prensa mundial publicó la historia de cómo rompimos Discord. De esto se trata: unir a las personas y romper internet mientras estamos en eso», tuiteó el equipo del proyecto.
Depp también ha lanzado un concurso fan art para conseguir puestos en la lista blanca, anunciando un ganador cada día. Para muchos fans, las habilidades artísticas de Depp fueron una gran sorpresa, ya que el propio actor reconoció que, aunque «ha pintado durante muchos años», nunca lo había mostrado al mundo. Pero ahora, dice Depp, es un buen momento para «abrazar el miedo» y «mostrarlo».
«Mis cuadros rodean mi vida, pero me los guardé para mí y me limité. Nadie debería limitarse nunca», expresó el actor.
La revelación de la faceta artística de Depp ha conmocionado especialmente a quienes se pusieron de su lado tras el escándalo en torno a las acusaciones por abuso y maltratos denunciado por su expareja, Amber Heard, algo que Depp ha negado e impugnado legalmente. Sin embargo, un tribunal del Reino Unido decidió ponerse del lado de Heard, y desestimó el caso de difamación de Depp. Según los abogados del actor, se le privó de un juicio justo y apelará la decisión.
La batalla legal de Depp continuará en abril de 2022, con Heard enfrentándose a una demanda por difamación de 50 millones de dólares.