En el pintoresco municipio de Jocotepec, ubicado en las orillas del majestuoso Lago de Chapala, se erige una figura imponente que captura tanto la espiritualidad como la historia local: el Señor del Huaje, conocido por ser el Cristo más grande de Jalisco. Este icono no solo simboliza la fe, sino que también es el núcleo de una celebración cultural que atrae a visitantes de todas partes.
Una Historia de Fe y Renovación: Según el libro “Los Dos Cristos de Jocotepec. Origen y evolución de su Culto y de sus Fiestas”, este municipio fue fundado el 20 de noviembre de 1529. A lo largo de los siglos, la veneración ha evolucionado considerablemente. Originalmente bajo la advocación de San Francisco de Asís, todo cambió en 1715 cuando el Santo Cristo de la Expiración apareció misteriosamente en un árbol de huaje. Este evento marcó el comienzo de un culto fervoroso que, con el tiempo, se enfrentaría a períodos de olvido y resurgimiento.
El Renacer de una Tradición: Fue el cura José Sánchez Contreras quien, en los años 30 del siglo pasado, revivió la veneración hacia el Señor del Huaje. Estableció que la festividad se celebrara cada cuarto domingo de enero, y desde 1942, la imagen ha sido honrada anualmente, con la festividad trasladada más tarde al primer domingo de mayo. La figura ha sido restaurada múltiples veces, asegurando su preservación para futuras generaciones.
Impacto Cultural y Turístico: El Cristo del Señor del Huaje, con más de 309 años de antigüedad y un peso que supera los 400 kilogramos, no solo es una maravilla espiritual sino también una pieza central en la vida cultural de Jocotepec. A su alrededor, se han tejido canciones, pinturas, fotografías y documentales, como “El Santo Cristo de la Expiración (2017-2018)”, que narran su historia y significado.
Explorando Jocotepec: Además del Señor del Huaje, Jocotepec ofrece una variedad de atracciones turísticas. Desde los talleres de telares en la plaza principal hasta la deliciosa birria de los portales, cada rincón cuenta una historia. Roca Azul, un club privado ideal para el camping, y el Club de Observadores de Aves, proporcionan actividades recreativas y educativas que aprovechan la belleza natural y la biodiversidad del área.
Jocotepec no es solo un destino para aquellos interesados en la espiritualidad y la historia, sino también para los amantes de la naturaleza y la cultura. Este vibrante municipio ofrece una experiencia completa, combinando fe, arte y recreación al borde del Lago de Chapala.