Jaime Lozano, el estratega de la Selección Mexicana, ha dejado claro en una reciente rueda de prensa en Chicago que las decisiones de formación del equipo son totalmente suyas, destacando su independencia y determinación para innovar en la estrategia del equipo nacional. “Yo tomo todas las decisiones, a mí nunca me han obligado ni forzado nada”, afirmó Lozano con confianza.
En una decisión que ha sorprendido a muchos, Lozano ha decidido dejar fuera del equipo para la próxima Copa América a figuras clave como el experimentado portero Guillermo Ochoa y los destacados delanteros Raúl Jiménez y Henry Martín. Esta medida radical forma parte de su estrategia para darle espacio y responsabilidad a los jóvenes talentos que, según él, «se han ganado una oportunidad».
México, encuadrado en el grupo B junto a Jamaica, Venezuela y Ecuador, se prepara con una serie de partidos amistosos, el primero de ellos contra Bolivia este viernes. Lozano planea usar estos encuentros para evaluar a los nuevos integrantes y adaptar su táctica de juego en tiempo real frente a equipos de alto calibre como Uruguay y Brasil, con los cuales se enfrentará en días subsiguientes.
La exclusión de nombres consagrados no es solo una decisión táctica, sino también una apuesta por inyectar frescura al equipo y prepararse para desafíos futuros, como el Mundial de 2026. Lozano ha enfocado esta renovación con el objetivo de «ver quiénes asimilan más rápido el trabajo y la idea de juego para competir de la mejor manera».
A pesar de las presiones y el posible escrutinio sobre su permanencia en caso de un desempeño decepcionante en la Copa América, Lozano se mantiene firme y optimista. Su enfoque está en el presente y en la preparación meticulosa de su equipo, convencido de que pueden mostrar una «buena cara» en el torneo.