En medio del imponente Lago de Chapala, el más grande de México, se encuentra la enigmática Isla Mezcala, un destino que combina historia, misterio y sabores auténticos. Aunque su atmósfera está impregnada de leyendas y relatos de fantasmas, la isla se ha convertido en un atractivo perfecto para quienes buscan una escapada diferente en familia.
La Isla Mezcala, a solo 50 minutos del pintoresco Pueblo Mágico de Ajijic, abarca menos de 20 hectáreas, pero alberga siglos de historia y secretos por descubrir. Conocida también como Isla Presidio, fue fundada en 1280 y durante el siglo XIV se convirtió en un importante centro de culto. Los restos arqueológicos encontrados, como puntas de obsidiana y piezas cerámicas, sugieren que la isla pudo haber sido habitada por las mismas civilizaciones que construyeron los famosos Guachimontones en Jalisco.
Uno de los momentos más destacados de la historia de Isla Mezcala ocurrió durante la Guerra de Independencia de México, cuando se convirtió en un bastión insurgente. Durante cuatro años, los rebeldes defendieron con valentía su fortificación contra los ataques realistas. Con el tiempo, la estructura militar conocida como El Fuerte se transformó en El Presidio, una prisión para los delincuentes más peligrosos de la región.
Hoy en día, Isla Mezcala es un destino cargado de historias de terror y leyendas. Se dice que las almas de los antiguos prisioneros aún deambulan por los pasillos y celdas del antiguo presidio. Además, en la isla se encuentra una pequeña cueva que actúa como un santuario dedicado a la Virgen de San Juan de los Lagos y una capilla construida con materiales inusuales, como piedra volcánica y restos de animales, donde se realizaban antiguos rituales religiosos.
Para los amantes de la aventura, Isla Mezcala ofrece mucho más que historia. El Cuartel Viejo, un conjunto de ruinas que en el pasado se utilizaba para la fabricación de armas, y la Torre del Caballero Alto, una estructura amarilla que fue un centro de tortura en tiempos prehispánicos, son paradas obligadas.
A pesar de su ambiente sombrío, la isla es ideal para una visita en familia. El malecón ofrece vistas impresionantes y la oportunidad de degustar pescados y mariscos frescos, mientras que el restaurante Paraje Insurgente en el cercano barrio de La Cuesta sirve platos locales como caldo de bagre, charales capeados y camarones frescos, acompañados de pulque o mezcal artesanal, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando la pesca es más abundante.
Acceder a la Isla Mezcala es sencillo; basta con tomar una lancha desde Mezcala o desde el malecón de Chapala. Se recomienda recorrer la isla en aproximadamente dos horas y, para una experiencia más enriquecedora, contratar a un guía local que comparta las historias y leyendas que hacen de este destino algo verdaderamente especial.