CDMX a 10 de abril, 2024.- En un acto sin precedentes que ha resonado en los corredores del poder y la diplomacia internacional, la Cámara de Diputados de México ha emitido una condena firme y unánime contra la irrupción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la Embajada de México ubicada en Quito. Este incidente, marcado por agresiones al personal diplomático mexicano, ha sido catalogado como una violación flagrante del derecho internacional, contraviniendo directrices fundamentales establecidas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963.
El foco de esta controversia radica en la figura de Jorge David Glas Espinel, exvicepresidente de Ecuador, quien buscó refugio en la Embajada mexicana bajo la condición de asilado político. La Cámara de Diputados mexicana ha urgido a las autoridades ecuatorianas a garantizar sin dilaciones la integridad de Glas, reafirmando el derecho de asilo diplomático como pilar inviolable en las relaciones entre naciones.
Esta situación ha trascendido fronteras, atrayendo la atención y el repudio de la comunidad internacional. La reacción no solo refleja el compromiso con las normas que rigen la convivencia pacífica y la diplomacia global, sino que también subraya la importancia crítica de rechazar el uso de la fuerza en el ámbito de las relaciones internacionales.
A través de un acuerdo leído por la diputada Fuensanta Guadalupe Guerrero Esquivel del PRI, la Cámara de Diputados mexicana ha respaldado decididamente la posición de la Secretaría de Relaciones Exteriores frente a las acciones emprendidas por el gobierno de Ecuador. Se ha hecho un llamado enfático a las autoridades ecuatorianas para que retomen las vías diplomáticas en la resolución de este conflicto, destacando el diálogo y la diplomacia como los únicos medios aceptables para alcanzar una solución pacífica.
La resolución de la Cámara de Diputados no solo busca defender la soberanía y la integridad diplomática de México, sino que también reitera su disposición al diálogo con la Asamblea Nacional de Ecuador. Este gesto subraya la creencia en la diplomacia parlamentaria como una herramienta efectiva para superar crisis internacionales y fortalecer los lazos entre naciones.
Con la firma de todos los miembros de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, este acuerdo marca un punto crucial en las relaciones México-Ecuador, invitando a una reflexión profunda sobre el respeto mutuo, el entendimiento y la cooperación internacional.