Por Juan Pablo Ojeda
En los últimos meses, la frontera sur de México ha sido testigo de un aumento sin precedentes de migrantes provenientes de Rusia, Ucrania, África, Asia y el Medio Oriente. Organizaciones civiles en la región, como Yo Te Quiero Tapachula, alertan sobre el incremento de personas que buscan cruzar hacia Estados Unidos huyendo de conflictos bélicos, persecución política y crisis humanitarias en sus países de origen.
Desde enero hasta agosto de 2024, la migración irregular desde Asia creció un 78.42% interanual, con un total de 45,624 personas detectadas, comparado con las 25,571 del mismo periodo en 2023. En cuanto a los migrantes africanos, la cifra también aumentó un 57.23%, alcanzando los 43,332 migrantes, frente a los 27,560 registrados en 2023, según datos de la Unidad de Política Migratoria del Gobierno de México.
Uno de los aumentos más llamativos se ha dado entre los migrantes de Rusia, cuyos números crecieron un 64.22%, con 335 personas detectadas en los primeros ocho meses de 2024, frente a 204 en el mismo periodo del año anterior. A medida que las tensiones en Europa del Este, como la guerra en Ucrania, y en regiones del Medio Oriente, como Afganistán e Irán, continúan, los flujos migratorios hacia el sur de México se incrementan de forma alarmante.
Yamel Athie, defensora de los derechos humanos de la organización Yo Te Quiero Tapachula, ha destacado que la ciudad de Tapachula, en Chiapas, ha recibido un número significativo de migrantes provenientes de países como Afganistán e Irán, muchos de ellos en busca de asilo. “Actualmente estamos viendo a muchas familias numerosas, así como hombres y jóvenes solitarios que huyen de la persecución política. Se espera que este flujo aumente, especialmente con la situación que atraviesan los países de Europa del Este y Medio Oriente”, señaló Athie.
El fenómeno se ha vuelto más notorio en Tapachula, una ciudad fronteriza donde los migrantes, además de enfrentar la violencia del crimen organizado, deben lidiar con la saturación de los trámites de asilo. Desde agosto, la aplicación ‘CBP One’ ha permitido a los migrantes gestionar sus citas para solicitar asilo en Estados Unidos, pero este proceso también ha sido un factor que genera desesperación en la ciudad, ya que muchos se quedan varados, sin respuestas claras sobre su futuro.
De acuerdo con las cifras del Gobierno de México, hasta agosto de 2024, el país ha detectado un récord de 925,085 migrantes irregulares, lo que representa un aumento del 131.86% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta cifra refleja el aumento general de migración, pero lo más preocupante es la diversificación de los orígenes de los migrantes, que antes eran principalmente de América Central y ahora incluyen personas de zonas tan distantes como Asia y el Medio Oriente.
Testimonios como los de un migrante iraní, que fue dejado varado en Tapachula después de que su cita con la aplicación CBP One fuera cancelada, o de migrantes afganos que evitan las cámaras de los periodistas por miedo a ser identificados, son claros ejemplos de la situación tensa y angustiante que enfrentan los migrantes en la frontera sur de México.
Los testimonios de los migrantes y los relatos de comerciantes locales como Miguel Reyes del Pino, gerente del Hotel Fénix, reflejan el cambio en la composición de los migrantes que llegan a Tapachula. «Es impresionante ver cómo ahora llegan personas de Japón, Sudáfrica, Emiratos Árabes, Ucrania y Palestina. Muchos vienen por la guerra, como los de Ucrania, o por conflictos como los de Gaza. La gente está huyendo de las guerras y los conflictos internos», expresó Reyes.
La situación en la frontera sur es cada vez más compleja. Las organizaciones civiles alertan que, si bien México tiene una responsabilidad humanitaria, la crisis podría superar las capacidades de la región para manejarla. A medida que los conflictos bélicos y las crisis humanitarias en el Medio Oriente y Europa del Este continúan, el número de migrantes irregulares que buscan cruzar a Estados Unidos podría seguir aumentando, poniendo a prueba la política migratoria de México y la respuesta de las autoridades.