Un informe reciente de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México ha desvelado datos alarmantes sobre la gestión de la crisis sanitaria en el país. Según el informe, casi 300,000 de las muertes registradas durante la pandemia podrían haberse evitado con una gestión más efectiva y estándares promedio de respuesta a la emergencia sanitaria.
El informe indica que de más de 800,000 muertes en exceso registradas durante la pandemia en México, aproximadamente 297,150 no se pueden atribuir a factores estructurales incontrolables o condiciones preexistentes. Estas muertes, que representan entre el 37% y el 39% del total, podrían haberse prevenido con una respuesta gubernamental más adecuada y medidas sanitarias más efectivas.
Además de las muertes, el informe destaca otras consecuencias graves como la pérdida de empleos, la caída del PIB, y un aumento significativo de la pobreza durante 2020. El estudio también señala que unas 215,000 niños y niñas quedaron huérfanos debido a la pandemia, subrayando el profundo impacto social de la crisis.
A pesar de las críticas, el informe ofrece recomendaciones para mejorar la gestión de futuras crisis sanitarias. Sugiere una mejor coordinación entre las autoridades de salud y otros sectores del gobierno, así como la necesidad de mejorar el acceso y la calidad del sistema de salud para enfrentar mejor las emergencias.