El 18 de septiembre de 2024, Sinaloa vivió una jornada de violencia sin precedentes que dejó un saldo devastador: al menos ocho muertos y siete desaparecidos, de acuerdo con los últimos reportes de la Fiscalía General del Estado. La violencia, que ha azotado la región con fuerza inusitada, mostró su rostro más brutal en esta fecha.
En la capital, Culiacán, se encontraron cuatro cuerpos en distintos puntos de la ciudad. Tres de las víctimas presentaban señales evidentes de tortura, mientras que dos de los cuerpos estaban decapitados, un macabro recordatorio de la crudeza de los enfrentamientos. Además, se reportaron al menos siete secuestros durante la misma jornada, intensificando la sensación de inseguridad en la región.
Desde el 9 de septiembre, cuando comenzó una nueva ola de violencia en el estado, se han registrado un total de 43 muertes, reflejando la creciente preocupación por la escalada del conflicto. Las autoridades y la comunidad siguen en alerta, enfrentando una crisis que demanda respuestas urgentes y efectivas para restaurar la paz en esta agobiada región.