Los rubros que más han subido son alimentos procesados, bebidas, tabaco y algunos servicios, aunque la electricidad se mantiene en sus niveles normales. Se trata de la mayor alza en un mes desde 1998.
Según el informe, en 12 meses la expansión de la inflación general fue de 7,45 por ciento en este tercer mes del año. En la última encuesta de Citibanamex, los analistas pronosticaron un promedio anual de 7,34. De esa forma, se superó la meta global de 3,0 por ciento prevista por el Banco de México.
La nota aclara que la canasta básica mínima, integrada por 176 productos y servicios, registró un crecimiento interanual del 8,07 por ciento. La inflación subyacente, que excluye energía y agropecuarios, se incrementó en 0,72 por ciento en el mes y 6,78 en términos anualizados.
Esta inflación no es transitoria, dijo Alfredo Coutiño, director en el país de Moody’s Analytics quien aseguró, además, que sin los subsidios a los energéticos, en especial a la gasolina y el gas, la inflación habría sido mucho más alta.
El IPC al productor, incluyendo petróleo, registró en marzo un incremento de 1,96 por ciento y de 10,36 en términos anuales. Por actividades, el mayor incremento de los precios se presentó en el sector agropecuario, con un aumento de 15,11 por ciento, seguido del industrial, con 12,84, agrega el informe.
Por su parte, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) da cifras muy semejantes aunque alerta que los precios de los productos considerados básicos para millones de mexicanos están tres veces por arriba de la meta de inflación que tiene trazada el Banco de México.
El alza más destacada es en la proteína animal que registró un incremento anual de 9,4 por ciento y mensual de 0,6, con el mayor impacto en la carne de res cuyo kilogramo pasó de 146 pesos (7,30 dólares) a 173 pesos (8,35 dólares) en el último año, es decir, un alza de 18,3 por ciento.
Suben también muy cercano a esos rangos el tocino, la leche, el pollo y la carne de cerdo, mientras que los granos y abarrotes subieron como promedio 5,0 por ciento anual con máximos en los más populares como la harina de maíz 21,2 por ciento, y la recurrente tortilla 19 por ciento clave en la dieta diaria de los mexicanos.