Ciudad de México, 8 de febrero del 2024 – La inflación en México ha mostrado una aceleración preocupante desde noviembre del año pasado, con un impacto significativo en el precio de frutas y verduras que ha continuado hasta enero, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La inflación general del país registró un aumento mensual de 0.89% en enero, marcando su tercera alza consecutiva y alcanzando una tasa anual de 4.88%, la más alta en los últimos siete meses.
Este incremento ha superado las proyecciones de analistas de Citibanamex, quienes esperaban un aumento mensual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de 0.86% para enero, y una tasa anual de 4.85%. La escalada en los precios de las frutas y verduras, con un aumento mensual de 9.53% en enero y un alarmante 21.78% anual, ha sido un factor clave en el avance de la inflación, representando un desafío para las políticas monetarias del país, que luchan por mitigar los efectos de choques de oferta en este sector.
Los productos que más contribuyeron al aumento de la inflación en enero incluyen el jitomate, la cebolla, así como servicios de loncherías, fondas, torterías y taquerías, entre otros. Estos incrementos han complicado la ya de por sí difícil cuesta de enero para muchos mexicanos, dado que estos productos forman parte esencial de su consumo diario.
Por otro lado, algunos productos como el transporte aéreo, el huevo, y varios tipos de chiles, mostraron una incidencia a la baja en la inflación, ofreciendo un leve respiro en medio de la tendencia general al alza.
La inflación general se ha mantenido fuera del rango objetivo del Banco de México (entre 3.0 y 4.0 por ciento) durante 35 meses, presionada por el aumento en los precios de los servicios y los productos agropecuarios. Este panorama se complica aún más con los efectos de las sequías y los problemas geopolíticos que amenazan con desestabilizar aún más las cadenas de suministro.
El Índice Nacional de Precios al Productor (INPP) también reflejó cambios, con un aumento de 0.38% a tasa mensual y de 0.95% a tasa anual en enero de 2024, mostrando una dinámica compleja en los precios al productor que afecta a diversas esferas de la economía.
Este escenario inflacionario plantea desafíos significativos para la política económica de México, que debe navegar cuidadosamente entre medidas de control de la inflación y el apoyo a la recuperación económica en un contexto de incertidumbre global.