Sinaloa a 16 de agosto, 2024.- El caso del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, exdiputado federal electo por la coalición Fuerza y Corazón por México, ha generado un torbellino de especulaciones, teorías y desmentidos que ponen en duda la versión oficial dada por la Fiscalía de Sinaloa. Mientras algunos señalan que el asesinato de Cuén está directamente ligado a la captura del narcotraficante Ismael «El Mayo» Zambada, la Fiscalía General de la República (FGR) ha desmentido de manera contundente los informes proporcionados por la autoridad estatal.
Cuén, quien estaba destinado a tomar protesta en la Cámara de Diputados en septiembre, fue encontrado muerto en circunstancias que han despertado la suspicacia de medios y ciudadanos. Según la Fiscalía de Sinaloa, el empresario fue asesinado durante un intento de asalto, una versión que la FGR ha puesto en entredicho, evidenciando una serie de irregularidades en la investigación.
Uno de los puntos más polémicos gira en torno al video filtrado de una gasolinera, donde supuestamente se registró el momento del ataque. En las imágenes, según el informe oficial, se escucha un solo disparo, pero el cuerpo de Cuén presentaba cuatro impactos de bala, todos en las piernas, además de un fuerte hematoma en la cabeza. Para añadir a la confusión, los empleados de la gasolinera afirmaron no haber escuchado disparos, lo que deja en duda la veracidad del video.
A esto se suma la inesperada incineración del cuerpo de Cuén, una acción que, según la FGR, fue realizada en contra de las prácticas forenses estándar, eliminando posibles pruebas cruciales para esclarecer los hechos.
El fin de semana, una carta firmada por «El Mayo» Zambada, difundida por su abogado Frank Pérez, reveló que el narcotraficante fue víctima de una emboscada orquestada por el hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán y líderes políticos de Sinaloa, entre ellos el propio Cuén. Zambada asegura que Cuén fue asesinado en el mismo lugar donde él fue sometido antes de ser llevado a Texas. Esta declaración contradice la versión de la Fiscalía de Sinaloa y añade un nuevo matiz de incertidumbre a un caso ya de por sí complejo.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien también fue mencionado en la carta de Zambada, se defendió públicamente, asegurando no tener vínculos con el crimen organizado y desmintiendo haber participado en la supuesta reunión con miembros del Cártel de Sinaloa.
“Los problemas que le tocan al Gobierno, los resolvemos en las instituciones de Gobierno. No tenemos complicidad con nadie”, afirmó Rocha durante un evento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, presidenta electa.
Con la cúpula morenista cerrando filas en torno a Rocha, las preguntas sobre lo que realmente ocurrió con Héctor Cuén continúan sin respuesta clara. La FGR ha dejado en claro que existen inconsistencias en la versión oficial de la Fiscalía de Sinaloa, lo que reaviva la duda sobre si alguna vez conoceremos la verdad detrás de su asesinato.