Un susto mayúsculo se vivió en las primeras horas del viernes 6 de diciembre en Escárcega, Campeche, cuando un depósito de combustible del Tren Maya decidió echar humo por los cuatro costados. El incidente, que tuvo en vilo a más de 50 personas, fue causado por un despiste a la hora de llenar los tanques, según informó la mismísima Secretaría de la Defensa Nacional.
El incendio, que comenzó alrededor de las 6 de la mañana, puso a prueba la capacidad de reacción de las autoridades. La Defensa y la Guardia Nacional, en un despliegue digno de película de acción, evacuaron a 50 personas más rápido que decir «¡Bomba!». Afortunadamente, el fuego se registró en un área aislada, lo que evitó que las llamas se propagaran a otras zonas del proyecto.
Según reportes de El Universal, el origen del incendio fue un mal procedimiento durante la carga de combustible en uno de los autotanques. Parece que alguien olvidó que el diésel y las chispas no son buenos amigos.
Los bomberos, esos héroes sin capa, se enfrentaron a las llamas durante cinco horas. Finalmente, alrededor de las 11 de la mañana, lograron apagar el fuego, dejando tras de sí un escenario digno de una película post-apocalíptica: toneles, pipas, un autobús y maquinaria pesada quedaron reducidos a cenizas.
El Agrupamiento de Ingenieros ‘Felipe Ángeles’ y Protección Civil están investigando el incidente con lupa en mano. Prometen dejar ninguna piedra sin voltear para aclarar los hechos y evitar futuros sustos.
A pesar del incidente, el Tren Maya, ese proyecto que promete unir el sureste mexicano como nunca antes, sigue adelante. Con sus 1.554 kilómetros de vía férrea atravesando cinco estados, este tren no se detiene ante nada, ni siquiera ante un incendio.
El Tren Maya, con su presupuesto de 28.500 millones de dólares, no ha estado exento de controversias. Desde preocupaciones ambientales hasta debates sobre su impacto en sitios arqueológicos, este proyecto ha dado de qué hablar. Sin embargo, también promete generar casi un millón de empleos y triplicar la llegada de turistas al sureste del país.
En fin, que el incendio en Escárcega nos recuerda que hasta los proyectos más grandes pueden tener sus tropiezos. Pero como dicen por ahí, «del tropiezo sale el caminante», y el Tren Maya parece decidido a seguir su camino, llueva, truene o se incendie.