El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se encuentra nuevamente en el centro de la atención política nacional, esta vez por las impugnaciones interpuestas contra la Asamblea Nacional del PRI, que recientemente modificó sus estatutos para permitir la reelección del actual dirigente nacional, Alejandro Alito Moreno, hasta el año 2032.
Uno de los impugnantes más destacados es Fernando Francisco Lerdo de Tejada Luna, un militante priista de larga trayectoria que ha ocupado diversos cargos tanto legislativos como ejecutivos en el ámbito federal y local. Lerdo de Tejada, también presidente y director general de Estrategia Total, Firma de Cabildeo, Asuntos Públicos, Relaciones Públicas y Comunicación Estratégica, ha presentado su reclamo ante el TEPJF, cuestionando los resolutivos derivados de la reciente XXIV Asamblea Nacional del tricolor.
En esta asamblea, celebrada en el Pepsi Center de la Ciudad de México, Alejandro Alito Moreno logró consolidar las reformas estatutarias que no solo permiten su reelección como dirigente nacional, sino también la posibilidad de extender su mandato hasta el 2032. Además, se aprobó la continuidad en el cargo para la Secretaría Ejecutiva, lo que significaría que Carolina Viggiano podría mantenerse en su posición durante el mismo periodo.
La decisión de abrir la puerta a la reelección de Alito Moreno ha generado una controversia significativa dentro del propio PRI. Ex dirigentes nacionales del partido, como Dulce María Sauri, Enrique Ochoa, Pedro Joaquín Coldwell y con el respaldo de Manlio Fabio Beltrones, han hecho causa común para impugnar la validez de la Asamblea Nacional donde se aprobaron estas modificaciones estatutarias. Su objetivo es invalidar las reformas que permiten la reelección, argumentando que dichos cambios no respetan los principios democráticos y estatutarios del partido.
Este movimiento de impugnación marca una división interna en el PRI, con sectores que cuestionan la legitimidad y la transparencia del proceso que condujo a estas reformas. La disputa en torno a la reelección de Alito Moreno refleja tensiones más profundas dentro del partido, sobre el rumbo que debe tomar en el contexto político actual y de cara a las próximas elecciones.
El TEPJF, como árbitro final en estas controversias, deberá ahora evaluar los argumentos presentados por los impugnantes y tomar una decisión que podría tener implicaciones significativas para el futuro del PRI y su dinámica interna de liderazgo. La resolución de este caso no solo afectará la estructura de poder dentro del partido, sino que también enviará señales sobre la viabilidad de prácticas de reelección prolongadas en los partidos políticos mexicanos.