La inteligencia artificial (IA) se vislumbra como una clave para revolucionar la educación en las escuelas públicas de México. Este avance ofrece un potencial significativo al personalizar el aprendizaje, brindar tutoría y retroalimentación, liberando tiempo para que los educadores se centren en actividades más creativas y valiosas. La IA también se presenta como un medio para superar barreras geográficas y socioeconómicas al proporcionar acceso a la educación a través de plataformas en línea y sistemas inteligentes.
La UNESCO, reconociendo estas oportunidades, ha publicado una guía para los responsables de formular políticas, detallando los beneficios que la IA puede aportar a la educación. Sin embargo, para aprovechar plenamente este potencial, se requiere un replanteamiento integral de los métodos tradicionales de enseñanza y aprendizaje. Esto implica priorizar el pensamiento crítico, la colaboración y pedagogías impulsadas por la creatividad, la comprensión intercultural y la educación para la ciudadanía global, incluida la alfabetización en IA.
Es crucial subrayar que la integración de la IA en la educación no busca reemplazar a los educadores, sino complementar su labor y potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este enfoque busca abrir nuevas posibilidades para el desarrollo de habilidades fundamentales en los estudiantes, preparándolos para un futuro impulsado por la tecnología y el conocimiento.