Conoce uno de los puntos turísticos más importantes de Tlaxcala
Arquitectura con influencia francesa, hermosas haciendas y ermitas, tradición ganadera como pocos sitios en el país y un clima que te va a encantar… ¡Vamos a conocer Huamantla en Tlaxcala! Incorporado al listado de Pueblos Mágicos en 2007, su nombre proviene del náhuatl cuahuitl que significa “árbol”; también se conjunta con el vocablo maní, y quiere decir «junto o alineado», y por tla que se traduciría como «abundancia». Todo en conjunto lo nombraron como «Lugar de árboles formados o juntos».
En la época prehispánica esta región fue parte de los trece pueblos que formaron una unión política que duró aproximadamente 600 años. Tras la llegada de los españoles se le otorga el nombre de San Luis Huamantla. Siguiendo con la historia de la zona aquí se da la famosa Batalla de Huamantla, un enfrentamiento por la intervención del ejército estadounidense en México que ocurrió de 1846 a 1848. ¿Sabías que el famoso Códice de Huamantla es uno de los más extensos alrededor del mundo y es de los pocos documentos que se tienen para comprender a la cultura otomí?
Ubicado a 46 kilómetros de la capital del estado, Huamantla ganó la denominación de Pueblo Mágico por tradiciones como la denominada ‘Huamantlada’, el Desfile de las Flores, el Festival de las Paellas y Flamenco, y la «Noche que nadie duerme», una peregrinación donde se lleva la imagen de la Virgen de la Caridad y donde las calles del pueblo son tapizadas con tapetes hechos de aserrín… ¡sí, de aserrín! Dichos tapetes son hechos por las manos artesanas de los huamantlenses y funcionan como una alabanza y agradecimiento por las bendiciones de salud y cosechas.
Huamantla es pura historia, y aquí podrás visitar las Haciendas de Santa Bárbara, La Compañía, San Francisco Soltepec y Guadalupe, muchas edificadas desde el siglo XVI y hasta en la época del Porfiriato. Sus principales propósitos eran la ganadería, la producción de pulque y la agricultura. Hechas de piedra y adobe, su arquitectura nos remite en un viaje por el tiempo. Vale la pena dedicarle un par de horas a estos recorridos.
Caminando por el Centro Histórico estará a tu vista la Casa de la Cultura y los cuatro museos que se componen por el Museo de la Ciudad de Huamantla, el Museo Taurino de Huamantla (aquí es muy importante la tradición taurina), el Museo del Pulque (ubicado a un lado de la Hacienda de San Francisco Soltepec donde podrás conocer el proceso de su elaboración y obviamente nadie se va sin unas deliciosas pruebas de ‘la bebida de los dioses’) y el Museo Nacional del Títere, donde podrás conocer su historia y admirar los ejemplares expuestos de diversos países como la India, Inglaterra, Grecia, Italia, entre muchos otros.
Hablando de recintos religiosos, en Huamantla están para visitar la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad y el Ex Convento de San Luis y su parroquia. Si quieres un viaje diferente, súbete al tranvía turístico que hace paradas en los puntos más importantes de la localidad. Como dato curioso, el INAH otorgó al Pueblo Mágico el Patrimonio Ferrocarrilero por sus antiguas estaciones ferroviarias.
Si eres un fan del ecoturismo y caminar o correr es lo tuyo cada fin de semana, visita los senderos que nos regala el volcán La Malinche y después recorre la magia de Huamantla. Si quieres conocer a fondo el proceso de los tapetes de aserrín, una vuelta por el Taller de tapetes y alfombras Servín será de mucho provecho. ¡Manos artesanas mexicanas en acción!
Y después de caminar y conocer, ¡ya toca comer! La barbacoa y los mixiotes acompañados con tortillas hechas a mano son los grandes protagonistas en la cocina de Huamantla, pero también llegarás a degustar un mole con guajolote, memelitas, dulces cristalizados y los famosos muéganos. Si quieres probar algo de la herencia prehispánica dale la oportunidad a los chinicluiles, escamoles y chapulines. ¡Aquí hay mucho pulque y curados, no te vayas sin beber un vaso de la bebida mexicana!
¿Te animas a conocer esta maravilla de Tlaxcala? ¡Vamos todos a Huamantla!