En medio de la bulliciosa actividad de los mercados y la evolución de la decoración contemporánea, los huacales, también conocidos como guacales, emergen como piezas multifacéticas con una historia que se remonta a las antiguas civilizaciones mesoamericanas. Desde la carga de productos delicados hasta la transformación en objetos de arte, estos recipientes de madera de pino han dejado una huella indeleble en la cultura y el comercio de México.
El legado prehispánico de los huacales
Los huacales, o huacalli en su forma náhuatl original, se utilizaban en la época prehispánica para transportar mercancías delicadas. Los indígenas mesoamericanos llevaban estas cajas de madera de pino en sus espaldas, utilizando varas de madera para sostenerlas. La palabra «huacal» proviene del náhuatl «ococalli», que significa «casa de pino».
De carga a uso moderno
Hoy en día, el significado de «huacal» ha evolucionado para incluir otras acepciones. En algunas regiones de México, se refiere a la caja torácica del pollo, mientras que en Tabasco es sinónimo de «jícara». Además, el dicho popular «salirse del huacal» se utiliza para describir la desobediencia, la ruptura de convenciones sociales o un comportamiento inapropiado.
El huacal en el mercado moderno
Aunque los huacales continúan siendo útiles para el almacenamiento y transporte de productos, su presencia se concentra principalmente en mercados locales y estatales, como la Central de Abasto de la Ciudad de México. Allí, el sector de Envases vacíos se asemeja a una pequeña ciudad de madera debido a la gran cantidad de huacales utilizados para manejar frutas y verduras. Estas cajas de pino se valoran por ser ligeras, económicas y, aunque no son particularmente resistentes ni aptas para cargas pesadas, son fáciles de reparar con tablones, martillos y clavos.
La transformación del huacal en arte
En un giro sorprendente, los huacales han trascendido su papel en los mercados para convertirse en piezas de arte decorativas. Ahora se les encuentra pintados en diversos colores, adornados con moños, letreros, sellos y asas, y se transforman en mesas de centro, gavetas, lámparas o cajones para guardar objetos diversos. Las redes sociales abundan con tutoriales sobre cómo convertir estos humildes recipientes en exquisitos muebles decorativos.
Así, los huacales se mantienen como una parte viva de la cultura mexicana, desde su papel ancestral en el comercio hasta su nueva vida como objetos de diseño. Su versatilidad y capacidad para adaptarse a los tiempos muestran cómo los tesoros del pasado pueden seguir siendo relevantes en el presente.