El mundo del cine está de luto por la partida de una de sus leyendas. Donald Sutherland, reconocido por su versatilidad y una carrera cinematográfica que abarcó más de seis décadas, falleció este jueves en Miami a los 88 años, tras una larga batalla contra una enfermedad.
La noticia fue confirmada por la agencia Creative Artists Agency (CAA), donde su hijo Roeg Sutherland ocupa un cargo ejecutivo. Otro de sus hijos, el actor Kiefer Sutherland, compartió un emotivo mensaje en redes sociales despidiendo a su padre.
«Con el corazón encogido, les comunico que mi padre, Donald Sutherland, ha fallecido. Personalmente creo que uno de los actores más importantes de la historia del cine», expresó Kiefer. «Nunca se acobardó ante un papel, fuera bueno, malo o feo. Amaba lo que hacía y hacía lo que amaba, y nunca se puede pedir más que eso. Una vida bien vivida».
Donald Sutherland nació el 17 de julio de 1935 en Saint John, New Brunswick, y desde temprana edad enfrentó desafíos de salud que incluyeron polio y fiebre reumática. Estudió ingeniería y teatro en la Universidad de Toronto antes de continuar su formación en la London Academy of Music and Dramatic Art.
Su debut en el cine llegó con la película «Castle of the Living Dead» (1964), pero fue con «The Dirty Dozen» (1967) donde alcanzó el reconocimiento internacional. Interpretó una amplia variedad de personajes memorables a lo largo de su carrera, incluyendo roles en «M.A.S.H.», «Klute» (1971), y «Venecia rojo shocking» (1973).
Entre sus logros se destacan un Emmy y un Globo de Oro por su actuación en «El ciudadano X» (1995) de HBO, así como su papel como Presidente Snow en las películas de «Los juegos del hambre». Aunque nunca ganó un Oscar, recibió un premio honorífico de la Academia en 2017 por su destacada contribución al cine.
Sutherland también dejó huella en la televisión con apariciones en series como «Dirty Sexy Money» y «The Undoing», demostrando su versatilidad más allá de la pantalla grande.
Le sobreviven su esposa Francine Racette, sus hijos Roeg, Rossif, Angus, Kiefer y Rachel, y cuatro nietos. La familia planea una ceremonia privada para celebrar su vida y legado.
Con la partida de Donald Sutherland, el cine mundial pierde a uno de sus más grandes talentos, cuya influencia y pasión por la actuación seguirán siendo recordadas por generaciones.