Ciudad de México, a 14 de febrero del 2024 – En un movimiento sin precedentes, el Senado de la República ha aprobado por unanimidad una reforma constitucional que prohíbe el matrimonio infantil en México, marcando un antes y un después en la lucha por los derechos de los niños y adolescentes, especialmente en comunidades y pueblos indígenas donde esta práctica aún persiste.
La senadora Geovanna del Carmen Bañuelos, perteneciente al partido del Trabajo (PT), denunció el matrimonio infantil como una «violación inadmisible» a los derechos de los menores, señalando a estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, donde el matrimonio forzado de menores es una realidad alarmante. En Guerrero, se estima que 300 mil niñas han sido vendidas para matrimonio.
La reforma modifica el artículo 2° de la Constitución Mexicana, estableciendo que, aunque las comunidades y pueblos indígenas tienen derecho a regirse por sus usos y costumbres, el interés superior de la niñez prevalece sobre estos. Eruviel Ávila, senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), resaltó que los derechos de los niños y niñas están por encima de cualquier tradición o precepto constitucional.
Josefina Vázquez Mota, senadora del PAN, enfatizó que México ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial en matrimonio infantil forzado, una práctica que no puede seguir siendo tolerada como si fuera una costumbre o algo natural. Por su parte, la senadora morenista Lilia Margarita Valdez aseguró el total apoyo de su partido a la reforma, que protege la dignidad y los derechos de los menores.
Con 76 votos a favor y ninguno en contra, el dictamen fue enviado a la Cámara de Diputados para su análisis y votación. Este paso adelante se da en un contexto legislativo en el que otras reformas constitucionales no lograron la mayoría requerida y, en un caso particular relacionado con la reinstalación de policías estatales y municipales, el partido Morena rompió el quórum para evitar la votación, una acción criticada por el coordinador del PAN, Julen Rementeria, como una muestra de incongruencia.
La aprobación de esta reforma constitucional representa un momento crucial en la protección de los derechos de la infancia en México, enviando un mensaje claro contra el matrimonio infantil y subrayando el compromiso del país con el bienestar de sus menores.