Centenares de argentinos salieron el sábado 27 de agosto a las calles a respaldar a la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, días después de que dos fiscales pidieran una pena de 12 años de cárcel e inhabilitación para ocupar cargos públicos por supuesta corrupción en la obra pública durante su Gobierno.
El domicilio de Kirchner, ubicado en el barrio capitalino de Recoleta, amaneció con un conjunto de vallas en sus inmediaciones y un refuerzo de la seguridad policial, unas medidas dispuestas por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, encabezado por el opositor Horacio Rodríguez Larreta.
«Tras sortear las vallas, algunos de estos manifestantes comenzaron a arrojar piedras a un grupo de policías que se cubrieron con escudos para evitar ser alcanzados por los proyectiles», describió La Nación.
Debe estar conectado para enviar un comentario.