La tensión se empieza a notar en Red Bull. El cuatro veces campeón del mundo, Max Verstappen, no está nada contento con el desempeño de su monoplaza esta temporada, y las palabras de Helmut Marko, asesor del equipo, lo confirman: «Necesitamos un coche ganador o se irá». Así de claro lo dijo a Sky Alemania, donde también admitió que existe una creciente preocupación por la permanencia del piloto neerlandés en la escudería si no llegan mejoras pronto.
El inicio de temporada ha sido irregular para Verstappen. Aunque ganó en Suzuka, finalizó sexto en Bahréin y en algún momento fue el último en pista. Esta inconsistencia lo ha dejado en tercer lugar del campeonato de pilotos, a ocho puntos del líder, Lando Norris, y a cinco de Oscar Piastri. Red Bull también está relegado al tercer puesto del Campeonato de Constructores, algo que no pasaba desde hace tiempo.
Según medios europeos, la frustración ha escalado al punto de que Raymond Vermeulen, manager de Verstappen, fue visto gritándole a Helmut Marko en el garaje del equipo tras la carrera. Además, Max comentó que se siente como si estuviera corriendo el campeonato, pero sin poder competir realmente por él. A pesar de tener contrato hasta 2028, existe una cláusula de salida que podría activarse si el equipo no cumple con ciertos requisitos de rendimiento.
El entorno del piloto y la afición comienzan a especular sobre un posible cambio de escudería, y no sería descabellado pensar en opciones como Mercedes o Aston Martin, especialmente si Red Bull no entrega un monoplaza competitivo. Marko lo sabe: “Tenemos que crear una base con un coche para que Max pueda luchar por el campeonato del mundo”. De no lograrlo, la salida del piloto más dominante de los últimos años podría hacerse realidad.
Además del desempeño técnico, hay señales internas de conflicto y tensión. Los reportes sobre gritos en el paddock, reclamos y frustración por parte del piloto y su equipo, indican que algo no está funcionando como debería dentro de la estructura de Red Bull. Mientras tanto, la escudería se enfrenta a una presión inmensa por mantener a su estrella, que se ha vuelto pieza clave no solo por su talento, sino también por el impacto mediático y comercial que representa.
Con la próxima carrera a la vuelta de la esquina, todas las miradas estarán puestas en el desempeño de Red Bull. Si el coche no responde, el drama podría intensificarse y cambiar por completo el panorama de la Fórmula 1 para 2025. ¿Lograrán retener a Verstappen o veremos al neerlandés con nuevos colores en la próxima temporada?