El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, estuvo este sábado en el Puerto de Salina Cruz, en Oaxaca, para supervisar los avances del plan de modernización de esa terminal portuaria, y se comprometió que al final de su mandato dejará operando el Corredor Interoceánico.
López Obrador recordó que este corredor, que incluye varias rutas de ferrocarril entre Oaxaca, Veracruz, Tabasco y Chiapas, además de la Refinería de dos Bocas, será administrado y operado por una empresa de la Secretaría de Marina (Semar).
Justificó que la Marina se quede a cargo, no solo de la construcción de estas obras, sino de su futura operación porque así se evitará una nueva privatización, en caso de que la oposición recupere el poder en la siguiente elección presidencial, de modo que este Canal Interoceánico, los puertos y la nueva refinería, estarían blindadas en un futuro.
El tabasqueño se quejó de la resistencia de algunos sectores sociales que bajo el liderazgo de algunos “vivales”, frenan las obras de su gobierno, por esa razón pidió apoyo para poder terminar a tiempo la obra que pretende unir económicamente a Salina Cruz con Coatzacoalcos.
El presidente destacó la necesidad de crear un gasoducto entre estos dos puertos, y detalló que parte del gas que México compra a Texas lo transportará a Oaxaca, donde se construirá una planta para licuar el gas, y expuso que la construcción de esta procesadora tendrá un costo de 60 mil millones de pesos.
Por esta razón urgió a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a conseguir con prontitud los derechos de vía para que en un año esta obra esté lista en el plazo de un año, justo antes de que López Obrador concluya su sexenio, pues ya se fijó la meta de terminar todas las obras públicas de su gobierno en diciembre de 2023.
Al hablar de los derechos de vía, manifestó que existen muchos conservadores que se disfrazan de líderes sociales, que a cambio de permitir el avance de las obras, condicionan al gobierno federal para que este elija a los contratistas y proveedores que le indican.
En el puerto oaxaqueño, una vez más arremetió contra el neoliberalismo de gobiernos anteriores y dijo que dejaron en el abandono a los estados del sur porque “el sureste no les importaba ni para robar”, por ello prometió que el gas que se transportará desde el Golfo de México se utilizará en diez parques industriales, los cuales impulsarán el desarrollo económico de la región.
El titular del Ejecutivo Federal destacó que desde la presidencia de Benito Juárez se contempló ejecutar este proyecto en el Istmo de Tehuantepec, sin embargo, quien logró un mayor avance en esta región fue el también oaxaqueño, Porfirio Díaz, aunque la suerte no estuvo de su lado.
El actual mandatario de la República explicó que Porfirio Diaz llevó a cabo la construcción de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, no obstante, el proyecto no se pudo concluir debido a que en aquél entonces la costa del Pacífico no tenía una relevancia comercial, pues el continente asiático aún no despertaba su potencial.
Sobre este último punto, el presidente mexicano advirtió de la expansión política y económica que vive en la actualidad Asia y llamó a tomar medidas para frenarla en nuestro país, pues expresó preocupación ante las consecuencias que puede tener el avance de las nuevas hegemonías, que podrían ser, incluso, militares.