Hacienda recorta expectativa de crecimiento a 1.9%, sin perder optimismo económico.

Por Bruno Cortés

En una decisión basada en el análisis del contexto económico global, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) actualizó su proyección de crecimiento económico para México en 2025, reduciendo su estimación de 2.3% a un rango de entre 1.5% y 2.3%. Este ajuste, aunque conservador, busca reflejar con precisión las condiciones internacionales que afectan la inversión privada y el dinamismo económico observado a finales de 2024.

Lejos de representar un signo de debilidad, el nuevo cálculo proyecta una visión responsable del panorama económico, reconociendo los riesgos sin renunciar a un marco de certidumbre. Para 2026, Hacienda mantiene una estimación optimista de entre 1.5% y 2.5%, basada en la recuperación progresiva de la inversión y el fortalecimiento de los pilares internos de crecimiento.

Las agencias calificadoras internacionales, por su parte, han realizado sus propios ajustes. Fitch Ratings anticipa un escenario de crecimiento nulo (0%), motivado por riesgos comerciales derivados de una eventual política arancelaria de Estados Unidos. Moody’s y HR Ratings prevén un crecimiento de 0.6%, mientras que S&P Global Ratings estima un 1.2%. DBRS Morningstar y AM Best coinciden en un crecimiento cercano al 1.4%, basado en proyecciones del Fondo Monetario Internacional.

A pesar de las diferencias en los pronósticos, las calificadoras reconocen que México conserva fundamentos sólidos: estabilidad macroeconómica, disciplina fiscal, y un mercado interno robusto. Estos factores han permitido al país mantener su calificación crediticia sin cambios, a pesar de los desafíos externos.

Uno de los ejes centrales de la estrategia económica del gobierno federal es la consolidación fiscal. El Paquete Económico 2025 prevé una reducción del déficit presupuestario del 5.9% al 3.9% del PIB, sin sacrificar el financiamiento a programas sociales y proyectos de infraestructura. Esta meta reafirma el compromiso de México con finanzas públicas responsables.

La política fiscal también apuesta por mejorar la recaudación y combatir la evasión, al tiempo que promueve inversión pública en sectores estratégicos como energía, transporte e infraestructura digital. Estas medidas están orientadas a sostener la competitividad del país y sentar las bases de una recuperación sostenida en el mediano plazo.

Hacienda ha enfatizado que el crecimiento de 2025 estará impulsado por el consumo interno, el aumento del salario mínimo, las remesas históricas y el gasto social. El consumo privado, que representa más del 60% del PIB, mantiene su dinamismo como motor de la economía, incluso ante un entorno externo menos favorable.

Asimismo, los programas sociales se consolidan como una red de protección económica y social. Al reducir las brechas de desigualdad, también fortalecen la demanda agregada y fomentan la participación activa de los hogares en la economía. Este enfoque equilibrado entre estabilidad y justicia social sostiene la confianza del gobierno en la resiliencia de la economía nacional.

En conclusión, el ajuste realizado por Hacienda es un ejercicio de transparencia y responsabilidad. Si bien se reconocen riesgos reales, el gobierno mantiene una narrativa firme: México cuenta con fundamentos económicos sólidos y una estrategia clara para enfrentar los retos del entorno internacional sin comprometer la estabilidad ni los derechos sociales.

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