En el corazón de Yucatán, entre las localidades de Cholul y Sitpach, se encuentra una imponente construcción que ha sido testigo de los tiempos de esplendor de la época henequenera, pero que también alberga misteriosas leyendas que han convertido a la Hacienda de Cholul en un lugar emblemático y, a la vez, embrujado de la región.
Conocida también como la «Ex Hacienda de Cancabchén de Casares», esta majestuosa estructura fue erigida después de la conquista española y alcanzó su máximo esplendor durante el apogeo del cultivo del henequén en Yucatán, a finales del siglo XIX y principios del XX. Aquí se llevaron a cabo diversas actividades agrícolas y ganaderas que contribuyeron al auge económico de la zona, pero su historia está marcada por tragedias y sucesos misteriosos que la han sumido en un estado de abandono y deterioro.
El paso del tiempo y las condiciones climáticas han dejado su huella en la hacienda, otorgándole un aspecto enigmático y tenebroso, especialmente durante las noches. Se dice que quienes se aventuran cerca de ella pueden sentir un ambiente «pesado» y vislumbrar sombras que parecen merodear sus alrededores.
Las leyendas que envuelven a esta casona embrujada son variadas y profundamente perturbadoras. Una de ellas relata la tragedia de una pareja de jóvenes enamorados que planeaban casarse, pero antes de la boda, la mujer fue víctima de una agresión por parte del capataz de la hacienda. En un acto de desesperación y furia, el prometido tomó la justicia en sus propias manos y asesinó al agresor. Sin embargo, la culpa lo consumió y terminó por quitarse la vida. Los padres del joven, practicantes de la brujería, lanzaron una maldición sobre la hacienda y todos aquellos que la habitasen. Desde entonces, el lugar se ha llenado de ruidos extraños, una oscuridad que llega temprano y una inquietante sensación de ser observado en cada rincón.
Otra leyenda sostiene que el antiguo patrón de la hacienda tenía un siniestro pacto con el diablo y disfrutaba maltratando a sus empleados. Un día, los trabajadores se unieron y acabaron con su vida a machetazos. En el momento de su muerte, al patrón le brotó una larga cola roja, y desde entonces, horrores inexplicables comenzaron a asolar la hacienda.
Hoy en día, la Hacienda de Cholul atrae a visitantes curiosos que desean escuchar estas escalofriantes leyendas de fantasmas en Mérida y, al mismo tiempo, aprovechan para capturar imágenes de su fachada embrujada. Esta antigua edificación, testigo de un pasado henequenero glorioso y oscuro, sigue siendo un misterio en pie, esperando a que valientes exploradores se atrevan a desvelar sus secretos más inquietantes.