Por Juan Pablo Ojeda
El Dr. Gustavo Alarcón asumirá la Presidencia Municipal de Chilpancingo, Guerrero, luego del trágico asesinato del alcalde Alejandro Arcos, quien fue ultimado el pasado fin de semana mientras se dirigía a una reunión en Petaquillas. Como presidente suplente, Alarcón está obligado por ley a asumir el cargo del Ayuntamiento en este momento crítico.
En una entrevista para Radio Fórmula, Alarcón expresó su determinación: “Tenemos que servir a nuestro pueblo. Es mi voluntad ir a tomar las riendas del Ayuntamiento”. A pesar de reconocer que siente miedo por la situación actual, enfatizó la importancia de asumir la responsabilidad que conlleva su nuevo rol.
El nuevo alcalde, quien contará con protección municipal y estatal, subrayó que la seguridad es fundamental en estos tiempos difíciles. Sin embargo, Alarcón señaló que aún desconoce la fecha exacta en que tomará posesión del cargo, ya que se deben cumplir los procedimientos legislativos correspondientes.
El asesinato de Alejandro Arcos ha puesto de relieve la creciente inseguridad en la región. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, Omar García Harfuch, aclaró que el alcalde no contaba con protección de la Guardia Nacional, ya que no había solicitado ningún tipo de seguridad. “Las solicitudes de protección llegan a la Secretaría de Seguridad y se turnan a las áreas correspondientes. En este caso, no había ninguna solicitud de seguridad hacia la Guardia Nacional o hacia la SSPC”, explicó García Harfuch.
La muerte de Arcos Catalán fue lamentada en una misa de cuerpo presente celebrada en la Iglesia de Santa Cruz, donde familiares, amigos y ciudadanos dieron el último adiós al edil. Su cuerpo fue sepultado en el panteón municipal. Este trágico evento se suma al reciente homicidio del secretario general del Ayuntamiento, Francisco Tapia, lo que ha generado una ola de consternación y preocupación por la seguridad de los funcionarios públicos en la región.
A medida que el Dr. Gustavo Alarcón asume este desafío, la comunidad de Chilpancingo espera que su liderazgo pueda traer estabilidad y un enfoque renovado en la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.