CDMX a 17 de noviembre, 2022.- Lidia murió al instante cuando se arrojó de un taxi en movimiento para evitar ser secuestrada al sur de la Ciudad de México. El cuerpo de la joven de 23 años quedó en el asfalto y su imagen impactó duramente a la sociedad mexicana.
No fue el único caso. La indignación también ocurrió tras la desaparición y posterior muerte de otra mujer, Ariadna Fernanda, quien, en un primer momento, se informó que había desaparecido tras subir a un automóvil de una app de taxis. Sin embargo, las autoridades confirmaron que su cuerpo había sido abandonado en una carretera, con signos de golpes, por lo cual se averigua un presunto feminicidio.
Días después, otro caso. En redes sociales comenzó a circular un video donde se observa cómo un par de mujeres, a bordo de un taxi, logran llamar la atención de una pareja de automovilistas ante un intento de secuestro. Las víctimas lograron escapar porque el taxista se dio cuenta de que lo seguían y decidió dejarlas bajar.
Pese a estos casos y muchos más que no se han documentado en medios ni internet, las autoridades de la Ciudad de México aseguran que no existe un incremento de secuestros ni de feminicidios. Incluso el Gobierno federal sostiene que la incidencia del secuestro se redujo un 72,4%, de acuerdo con las cifras màs recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), correspondientes a septiembre.
No obstante, México mantiene un promedio de 10 mujeres asesinadas al día y, junto con otros 13 países de América Latina, se encuentra en la lista de los 25 países con mayor número de feminicidios. A esto se suma agravios de violencia sexual que afectan al 49,7% de la población femenina mayor de 15 años, acorde con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
Ante esto, colectivos de mujeres y organizaciones civiles han impulsado campañas para promover la autodefensa y así ayudar a más de una persona a llegar salvo a casa.
«Esta no es nuestra responsabilidad, es nuestra realidad, y lo que tenemos que hacer es tratar de defendernos lo máximo posible. Lamentablemente, no nos gustaría que fuera así, pero es nuestra realidad», declara en una entrevista para Sputnik Mariana Ferré, quien, junto a su hermano Matías, encabezan el proyecto Guerreros KIDA, una plataforma que se dedica a enseñar defensa personal, principalmente a mujeres, y que retoma casos de violencia de género sucedidos en México para dar recomendaciones de seguridad.
«Motivamos a que las mujeres se sientan empoderadas y puedan entender que se pueden defender en una situación de peligro», explica Matías Ferré.
Aunque de manera oficial Guerreros KIDA se inició en 2012 con videos mensuales en YouTube; durante la pandemia, y como una forma de poner «un granito de arena» en contra de la violencia hacia las mujeres, los hermanos Ferré iniciaron su incursión en TikTok aprovechando los conocimientos que su padre les enseñó hace más de 14 años y los cuales constantemente actualizan con instructores de Canadá e Israel. Actualmente, cuentan con más de 13 millones de seguidores en esta red social.
En su perfil se pueden encontrar diferentes videos sobre cómo reaccionar ante una agresión física como puede ser un jaloneo de cabello o un ataque por la espalda; cómo reaccionar ante un ataque con ácido (agresión que apenas está en proceso de reconocerse como delito federal con perspectiva de género) o ante un intento de incendio como el que sufrió Luz Raquel Padilla, en Guadalajara.
Otros videos enseñan cómo realizar un golpe efectivo sin lastimarse gravemente; cómo reaccionar ante un intento de violación; cómo defenderse con tacones; audios genéricos para reproducir en un viaje de taxi por aplicación para que el conductor sepa que vigilan el viaje, pero sobre todo muestran que, en la mayoría de los casos, no se necesita ser más fuerte o grande que el agresor, sino simplemente saber reaccionar de la manera adecuada.
Para Matías Ferré, el 90% de la eficacia de la defensa personal recae en la prevención y en la intuición de las personas. Asimismo, implica una preparación psicológica para saberse peligrosas, es decir, quitarse la idea de que se necesita más fuerza para ganarle a un hombre o que las mujeres son «por naturaleza» incapaces de ser peligrosas y violentas.
«Un hombre cree que sí puede ganar una pelea, aunque nunca practicara ningún arte marcial en su vida, pero está seguro que puede ganar una pelea, y una mujer cree que no puede hacer daño al otro, y lo vemos en nuestras clases […]. Es un repele a la violencia. Yo también creo que es algo cultural de cómo se cría a la mujer que es más del lado de la atención y el servicio», opina Ferré.
¿Cómo defenderse de un secuestro?
Para el caso específico de un secuestro, Matías y Mariana sugieren tomar previsiones desde antes de abordar el vehículo, ya que, en su experiencia como profesores, algunas mujeres incluso sienten pena por verificar la placa del auto y la identidad del conductor.
Matías sugiere que siempre se espere el taxi dentro de un lugar cerrado, no en la vía pública, y que además se tenga asignado un compañero de confianza que vigile el viaje. Además de verificar al conductor y las placas, también recomienda prestar caso a la intuición y, ante la más mínima sospecha, evitar el viaje, aunque se trate de una falsa alarma.
«Siempre que me siento, no me siento del lado opuesto al chofer, me siento detrás de él. Yo me siento más segura. También evito el contacto visual, que me esté viendo por el espejo, y en el caso de que tenga que hacer algún movimiento para defenderme, lo que podemos usar mientras estamos adentro del auto es un ahorque, también sería más difícil que la persona pueda meter la mano y tocarme», sugiere Mariana Ferré.
Tras la difusión del caso de Lidia, en redes sociales abundaron las publicaciones que sugerían a las mujeres consejos similares: sentarse detrás del asiento del conductor y llevar un lazo para defenderse. Además, sugieren que antes de iniciar el viaje verifiquen que las puertas del coche no tengan seguro contra niños, lo que evitaría que se pueda abrir desde el interior.
Mariana agrega que, además de conocer los tips, se debe prestar atención al cuerpo y constantemente se deben practicar maniobras de escape. Por ejemplo, ella acostumbra a mirar hacia atrás de manera aleatoria cuando camina por la calle e incluso a veces comienza a correr sin razón para practicar. «Preferible quedar como una loca a ser víctima de un asesinato», comenta.
Los responsables de Guerreros KIDA reiteran que, en ningún contexto y bajo ninguna circunstancia, una agresión o secuestro es culpa de la víctima. Conscientes del miedo que surge durante una agresión, los hermanos recomiendan «tomar ese miedo no solo para paralizarse, sino para tomar acción».
Por ello, los entrenadores sugieren, además de mantenerse alerta, practicar un arte marcial que permita perfeccionar las técnicas de defensa y siempre hacer caso a la intuición.
«Cuando algo huele mal es que, probablemente, algo está mal, porque lo sentimos en el cuerpo. Me he dado cuenta que muchas veces que lo siento, no le prestó atención y después surge», concluye Mariana Ferré.
Nota tomada de Sputnik https://sputniknews.lat/20221116/guerreros-kida-asi-se-defienden-las-mujeres–de-sus-agresores-en-mexico-1132475625.html