Por Juan Pablo Ojeda
El municipio de Teuchitlán, ubicado en el estado de Jalisco, ha sido noticia no solo por su significado histórico, que deriva de la palabra náhuatl «Teuzitlán», que significa “lugar dedicado a la divinidad”, sino por un hallazgo macabro en el rancho Izaguirre. Este 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizó un crematorio clandestino en la comunidad de La Estanzuela, que hasta el momento ha revelado seis lotes con restos humanos. Un descubrimiento que ha conmocionado al país y que coloca al municipio de Teuchitlán en el centro del debate sobre la violencia y el crimen organizado en México.
El Impacto del Hallazgo
Los restos humanos encontrados en el rancho Izaguirre incluyen más de 90 pantalones, 200 playeras, 150 mochilas y más de un centenar de pares de zapatos y tenis, lo que sugiere que las víctimas fueron personas jóvenes. Este descubrimiento no solo expone la brutalidad del crimen organizado en la región, sino también la impunidad con la que operan ciertos grupos, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se presume estaba involucrado en la operación del crematorio clandestino.
El hallazgo ha dejado en evidencia que las autoridades locales y federales no actuaron de manera efectiva, ya que la Guardia Nacional habría tenido información sobre cuerpos calcinados en Teuchitlán desde 2019. Según un informe filtrado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), se encontró una finca cercana a La Estanzuela en 2019 con restos humanos calcinados, lo que indicaba la posible existencia de fosas clandestinas en la zona.
Omisión y Corrupción: La Guardia Nacional y el Soborno de Criminales
Este caso toma un giro inquietante cuando se revela que en 2019, los miembros del CJNG habrían intentado sobornar al comisario de Teuchitlán para evitar que las autoridades realizaran operativos en el municipio. El intento de soborno se detalla en un reporte consultado por MCCI, que asegura que, pese a la amenaza, el comisario rechazó el soborno y reforzó la seguridad en el área.
A pesar de esta intervención, el rancho Izaguirre no fue adecuadamente asegurado. En septiembre de 2024, el predio fue intervenido por elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional tras una denuncia ciudadana. En esa ocasión, se detuvo a 10 personas y se rescataron a dos víctimas de secuestro, pero los candados y sellos de aseguramiento fueron encontrados rotos por los Guerreros Buscadores de Jalisco en marzo de 2025, lo que ha generado sospechas de una posible omisión por parte de las autoridades.
Fiscalía General de la República (FGR) Atrae el Caso
Ante la gravedad del caso, la Fiscalía General de la República (FGR) ha decidido atraer el caso para esclarecer lo ocurrido en el rancho Izaguirre. Las autoridades federales también investigan la posibilidad de aplicar la extinción de dominio sobre el predio en cuestión, con el objetivo de tomar control del lugar y evitar su uso en actividades ilícitas.
El hecho de que la Fiscalía estatal no haya realizado un seguimiento adecuado al caso ha generado críticas por parte de los colectivos de víctimas, quienes acusan omisiones y falta de transparencia en el manejo de la información y de las investigaciones sobre el crimen organizado en la región.
Un Llamado a la Justicia y Transparencia
Este caso subraya una vez más la grave crisis de desapariciones forzadas y violencia extrema en México, y la falta de responsabilidad y transparencia en las investigaciones sobre el crimen organizado. Los Guerreros Buscadores de Jalisco y otros colectivos de víctimas han exigido justicia para las personas desaparecidas y han instado a las autoridades a reforzar las políticas de búsqueda e identificación de cuerpos y personas desaparecidas.
El descubrimiento del crematorio clandestino en Teuchitlán pone en evidencia la importancia de actuar con urgencia y responsabilidad ante la creciente violencia en México, un país que continúa enfrentando desafíos en su lucha contra el crimen organizado.