Recientemente se han descubierto fósiles de un antiguo reptil marino en el Ártico que ha sido comparado con el icónico personaje de Godzilla. Este reptil marino pertenece a un grupo extinto conocido como ictiosaurios, que eran reptiles marinos que vivieron durante la era Mesozoica, hace aproximadamente 250-90 millones de años.
El fósil en cuestión, que ha sido apodado como «Godzilla del Ártico», es el cráneo casi completo de un ictiosaurio descubierto en la isla de Spitsbergen, en Noruega. El fósil tiene una longitud de más de 3 metros y se estima que vivió hace unos 150 millones de años, durante el Jurásico Medio.
Este fósil es considerado uno de los más antiguos y completos de un ictiosaurio encontrado en el Ártico, lo que lo convierte en un hallazgo de gran importancia científica. Los ictiosaurios eran reptiles marinos altamente adaptados a la vida en el océano, con cuerpos hidrodinámicos y extremidades en forma de aletas. Eran depredadores carnívoros y se cree que eran excelentes nadadores y cazadores en su tiempo.
El descubrimiento de estos fósiles en el Ártico también arroja luz sobre la distribución y diversidad de los ictiosaurios durante el Jurásico, ya que se pensaba que estos reptiles marinos preferían aguas más cálidas. El hecho de encontrar un fósil tan completo en el Ártico sugiere que los ictiosaurios podrían haber tenido una distribución más amplia de lo que se creía anteriormente.
Este descubrimiento resalta la importancia de la paleontología en la comprensión de la historia de la vida en la Tierra y la evolución de las especies. El estudio de estos fósiles proporciona valiosa información sobre la anatomía, la ecología y la evolución de estos antiguos reptiles marinos, y nos ayuda a reconstruir la historia del mundo prehistórico en el que vivieron.