La reciente decisión de Fomento Económico Mexicano (FEMSA) de cerrar indefinidamente 191 sucursales de OXXO y 7 gasolineras OXXO Gas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, ha desencadenado una serie de acuerdos con el gobierno federal para abordar la creciente inseguridad en la región.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó durante la conferencia de prensa matutina del 31 de julio que, tras la denuncia de FEMSA, se convocó una reunión con autoridades estatales y federales el 29 de julio en Ciudad Victoria, Tamaulipas. El encuentro contó con la participación de representantes de FEMSA, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), y otras cadenas comerciales como Smart, Coppel y Chedraui.
El gobierno federal ha revelado que, durante la sesión, se acordaron varias medidas para mejorar la seguridad en las sucursales afectadas:
- Instalación de Botones de Pánico y Cámaras de Seguridad: FEMSA se comprometerá a equipar sus tiendas con sistemas de botones de pánico y cámaras externas para identificar y registrar a los presuntos responsables de las amenazas, fortaleciendo así las denuncias correspondientes.
- Creación de un Comité de Empresas: Se formará un comité que se reunirá cada 15 días para monitorear y restablecer las condiciones de seguridad en las tiendas.
- Patrullajes de Seguridad: La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN) llevarán a cabo patrullajes de acercamiento en los establecimientos afectados.
- Seguridad Interna Recomendada: La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Tamaulipas ha recomendado a FEMSA contratar seguridad privada interna para reforzar la protección en sus tiendas.
A pesar de estos acuerdos, FEMSA ha decidido mantener cerradas las 191 tiendas OXXO y las gasolineras OXXO Gas en Nuevo Laredo hasta que las condiciones de seguridad mejoren. La empresa ha afirmado que la reapertura de los establecimientos podría ocurrir a mediados de esta semana, dependiendo de la implementación de las medidas acordadas.
Roberto Campa, director de Asuntos Corporativos de FEMSA, explicó en entrevista con La Jornada que la decisión de cerrar las sucursales se debió a presiones y exigencias de grupos criminales que han afectado a sus colaboradores. Campa señaló que estas exigencias incluían la compra de gasolina a determinados distribuidores y restricciones en los horarios de operación.
A pesar de la situación, FEMSA aseguró que el salario y las prestaciones de sus empleados no se verán afectados durante el cierre temporal de las sucursales. Campa también reveló que otros negocios en Nuevo Laredo enfrentan problemas similares, aunque no todos han hecho público su situación.
El gobierno federal y FEMSA continúan trabajando para restaurar la normalidad en la región y garantizar la seguridad de empleados y clientes en Nuevo Laredo.
Juan Pablo Ojeda