Por Juan Pablo Ojeda
El pasado domingo 8 de diciembre, un incidente alarmante ocurrió en un vuelo de Volaris que cubría la ruta Bajío-Tijuana, cuando un hombre de 31 años, identificado como Mario “N”, intentó desviar la aeronave hacia los Estados Unidos. El vuelo 3041 tuvo que aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara debido al intento de secuestro aéreo, pero gracias a la rápida intervención de varios pasajeros, el agresor fue sometido y entregado a las autoridades de la Guardia Nacional (GN).
Mario “N” viajaba acompañado de su esposa y dos hijos menores de edad. Durante su detención, el hombre justificó su intento de desvío asegurando que había recibido amenazas de secuestro en caso de continuar hacia Tijuana, aunque este alegato no ha sido corroborado oficialmente.
Este tipo de incidentes no son tomados a la ligera en México. La Ley de Aviación Civil establece severas sanciones para quienes alteren el orden dentro de una aeronave. Las consecuencias legales pueden incluir desde fuertes multas hasta penas de prisión, dependiendo de la gravedad del acto. Las autoridades aéreas regulan de manera estricta la seguridad de los vuelos, y cualquier acción que ponga en riesgo la integridad del vuelo o de sus pasajeros es considerada un delito.
Desinformación y especulaciones
El suceso rápidamente se convirtió en tema de conversación en redes sociales, donde circularon videos e imágenes del incidente, además de especulaciones sobre la identidad del agresor. Un video que mostró a hombres encapuchados y armados dentro de un avión se descontextualizó, siendo presentado como parte de este episodio, lo que aumentó la confusión.
Algunos rumores señalaron que Mario “N” era militante del partido político Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en Guanajuato y aspirante a juez en el proceso de elección de personas juzgadoras de 2025. Sin embargo, durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, la versión fue desmentida. La mandataria aclaró que no se trataba de la misma persona y que el nombre de Mario “N” no coincidía con el de quien figuraba en el Registro Nacional de Detenciones.
Además, se desmintió que el video difundido en redes sociales, en el que se ve a supuestos hombres armados, correspondiera al incidente de Volaris. En realidad, este video provenía de un simulacro realizado por la aerolínea Interjet en 2019.
A medida que surgen más detalles sobre el incidente, las autoridades investigan las circunstancias exactas que llevaron a Mario “N” a intentar tomar el control del vuelo. Lo que es seguro es que este tipo de actos pone en evidencia la importancia de la seguridad aérea y el rápido accionar de los pasajeros y tripulación en situaciones de emergencia.