CIUDAD DE MÉXICO, 4 de Diciembre de 2023 – En una decisión calificada como «por causa de utilidad pública», el Gobierno de México, bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha expropiado 113 terrenos, sumando más de 456 mil metros cuadrados, en cinco estados del país. Esta medida es parte de los esfuerzos para avanzar en la construcción del Tren Maya, un proyecto ferroviario de gran escala y una de las obras insignia del actual gobierno.
El decreto, firmado por el presidente López Obrador y publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), especifica que los terrenos expropiados están ubicados en Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y Campeche. Estos serán entregados al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para la construcción y operación de infraestructura ferroviaria.
Los municipios afectados incluyen Palenque, Emiliano Zapata, Balancán, Candelaria, Escárcega, Champotón, Campeche, Hecelchakán, Tenabo, Kanasín, Izamal, Tulum, Solidaridad y Othón P. Blanco. Sin embargo, el decreto no revela el monto de la indemnización para los propietarios ni si se realizó un avalúo del valor comercial de los terrenos.
El Tren Maya, planeado para abarcar más de 1,500 kilómetros de vía férrea en el sureste del país, ha sido un tema de controversia desde su inicio. Organizaciones nacionales e internacionales, activistas y comunidades indígenas han expresado preocupación por el impacto negativo en los derechos humanos y el medio ambiente, citando la tala de árboles y la afectación a cuerpos de agua y sitios arqueológicos.
En respuesta, el Gobierno ha defendido el proyecto, destacando sus beneficios en términos de transporte de mercancías, movilización de personas y desarrollo socioeconómico y turístico de la región. A pesar de las críticas, el primer viaje del tren está programado para el 16 de diciembre de 2023, desde la Estación San Francisco Campeche hasta Cancún, Quintana Roo.
Este recorrido inaugural cubrirá solo una parte del proyecto, con la inauguración completa prevista para el 29 de febrero de 2024. La expropiación de terrenos marca un paso decisivo en la ejecución del Tren Maya, aunque continúa generando debate sobre su impacto y beneficios