El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, rindió un homenaje a la familia Linares, reconocida por su inigualable contribución al arte popular mexicano con la creación de los alebrijes, figuras fantásticas que ya son Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México. Este emotivo reconocimiento, realizado en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, celebra la trascendencia de los alebrijes desde su creación en la década de 1940 por Pedro Linares López, un artesano originario de La Merced.
Batres destacó la importancia de este legado cultural que, desde el año 2019, cuenta con una Declaratoria Oficial de Patrimonio Cultural, enfatizando la necesidad de rendir homenaje no solo en papel, sino a los herederos y guardianes de esta tradición artesanal. “Hoy entregamos este reconocimiento directamente a la familia Linares, para que no se quede solo en la Gaceta de la Ciudad de México, sino que la tengan en sus manos los creadores de este invaluable arte”, afirmó el mandatario.
Los alebrijes, surgidos a partir de los sueños de Pedro Linares, son un testimonio del ingenio mexicano, cuya fama ha alcanzado niveles internacionales, representando un símbolo de la creatividad y el arte popular de la Ciudad de México. Su impacto no solo se refleja en la cartonería, sino también en la identidad cultural chilanga y en la historia del arte popular a nivel global. Además, el Gobierno de la Ciudad de México ha implementado un Plan de Salvaguarda para proteger, investigar y promover este legado, lo que reafirma su compromiso con la conservación de esta rica tradición.
La ceremonia también contó con la participación de Argel Gómez Concheiro, encargado de la Secretaría de Cultura, quien destacó el origen profundamente chilango de los alebrijes y su papel como símbolo de identidad cultural. Asimismo, la antropóloga Marta Turok subrayó la evolución de Pedro Linares al transformar la cartonería de los tradicionales «Judas» a los coloridos y místicos alebrijes, marcando un antes y un después en el arte artesanal mexicano.
Leonardo Linares, nieto del creador, agradeció el reconocimiento y resaltó el orgullo de su familia por mantener viva esta tradición. Por su parte, la senadora Susana Harp recordó el origen chilango de los alebrijes y su adopción en otras regiones del país, reconociendo la importancia de esta artesanía única de la Ciudad de México.
Con este homenaje, se honra no solo la creatividad de Pedro Linares, sino también el esfuerzo de generaciones que continúan con este legado, contribuyendo a la identidad y riqueza cultural de la capital.