CDMX a 16 de abril, 2024.- En un esfuerzo por preservar y enaltecer los espacios verdes urbanos, el Gobierno de la Ciudad de México ha tomado una medida significativa al declarar el «Parque Ecológico Loreto y Peña Pobre» como Área de Valor Ambiental (AVA). Ubicado en la alcaldía Tlalpan, este parque de 2.1 hectáreas ahora no solo servirá como pulmón verde sino también como bastión de conservación ambiental y cultural.
Durante la ceremonia de declaración, el Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, acompañado por la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles García, y otros funcionarios, enfatizó la importancia de este parque en el tejido urbano y ecológico de la ciudad. Según Batres, la designación del parque como Bosque Urbano bajo el decreto publicado en la Gaceta Oficial responde a un esfuerzo colectivo y destaca la participación ciudadana en la conservación del ambiente.
La secretaria Robles García destacó que la Ciudad de México cuenta ahora con 27 áreas naturales protegidas, cubriendo más del 22% de la superficie total de la ciudad. Este particular parque se suma a otros siete bosques urbanos que son cruciales para la biodiversidad, la calidad del aire y el bienestar general de los habitantes de la metrópoli.
El parque será objeto de una serie de intervenciones de rehabilitación y restauración que incluyen la integración de vegetación nativa, la creación de jardines polinizadores, y la mejora de las infraestructuras existentes. Particularmente notable es la planeada revitalización de los manantiales del parque, que se transformarán en un sistema de humedales que no solo purificarán el agua sino que también servirán como refugio para diversas especies de flora y fauna.
Estas iniciativas de rehabilitación se complementarán con esfuerzos para incrementar la educación ambiental y el disfrute público del espacio, facilitando así una conexión más profunda de la comunidad con su entorno natural.
Además, la declaración del parque como AVA permitirá que el gobierno capitalino celebre convenios con organizaciones no gubernamentales, instancias del gobierno federal y local, y el sector privado para asegurar la conservación y el manejo efectivo del área. Un punto destacado en el decreto es la creación inminente del Consejo Rector, que supervisará todas las actividades de manejo y conservación del parque.