En un nuevo episodio de la continua batalla por la reforma al Poder Judicial en México, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a la carga, esta vez enfocándose en arremeter contra el ministro Luis María Aguilar. La controversia surgió después de que Aguilar expresara preocupación por las posibles consecuencias de la iniciativa presidencial.
La reforma propuesta por el gobierno busca la elección de jueces, magistrados y ministros, una medida que ha generado un debate candente sobre la independencia del poder judicial y sus repercusiones económicas. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar, especialmente contra Aguilar, quien fue nominado para su cargo por el expresidente Felipe Calderón.
La presentadora Elizabeth García Vilchis, conocida por su participación en la sección «Quién es Quién de las Mentiras de la Semana», desató la polémica al mostrar una entrevista con el ministro Aguilar, en la que este alertó sobre la posible pérdida de independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“El señor convertido en juez y parte, el ministro Luis María Aguilar, critica la reforma lanzando la mentira de que se perderá la autonomía del Poder Judicial y que se entraría en una etapa de autoritarismo. Todo esto es falso”, dijo Vilchis durante la transmisión.
Las críticas hacia Aguilar no se limitaron a su postura sobre la reforma. Vilchis lo acusó de retrasar deliberadamente el expediente de una televisora que supuestamente evade impuestos, así como de haber liberado a al menos 65 personas relacionadas con el caso Ayotzinapa. Además, exhibió una fotografía en la que Aguilar aparece junto a Calderón y Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, insinuando una cercanía con figuras controvertidas.
Las críticas de Vilchis también se extendieron a las decisiones de Aguilar en temas como la reforma eléctrica y la extinción de fideicomisos del Poder Judicial, posicionándolo como un obstáculo para las agendas del Gobierno actual.
En respuesta, Aguilar defendió su postura sobre la importancia de una Suprema Corte independiente, afirmando que sus decisiones marcan el camino y que sin esa independencia, la Constitución no sería más que un «libro bonito».
Con esta embestida en la Mañanera, el Gobierno de López Obrador continúa su defensa a ultranza de la reforma judicial, mientras que las críticas hacia los detractores, como Luis María Aguilar, se intensifican, dejando entrever un panorama político cada vez más polarizado en México.