La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, ha sido clara y directa: el fiscal general del estado, Uriel Carmona, debe renunciar a su cargo. En medio de una creciente presión y controversias que han marcado su gestión, González Saravia ha señalado que Carmona «tiene que entender» que ya no reúne las condiciones necesarias para liderar la Fiscalía General del Estado.
La administración de Carmona ha estado en el ojo del huracán, con múltiples acusaciones que van desde obstrucción a la justicia hasta su presunta vinculación en casos de feminicidio. Uno de los más delicados es el caso de Ariadna Fernanda López, cuya trágica muerte ha generado una ola de indignación social y ha puesto aún más presión sobre el fiscal.
A pesar de las críticas y la falta de apoyo político, Carmona ha intentado aferrarse a su cargo, ofreciendo colaborar con la nueva administración. No obstante, la gobernadora ha sido contundente: su gobierno enviará una propuesta formal a la legislatura estatal para solicitar su destitución, abriendo la puerta a un cambio radical en la conducción de la Fiscalía.
Con esta medida, González Saravia busca no solo dar un giro en la impartición de justicia en Morelos, sino también enviar un mensaje claro sobre la importancia de contar con funcionarios que estén a la altura de los desafíos y las expectativas de la sociedad.