Baja California a 19 de agosto, 2024.- La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, se encuentra en el centro de la atención mediática tras ser amenazada a través de una presunta narcomanta, en la que se le exige “calmar” a los elementos de la policía estatal, quienes supuestamente mantienen vínculos con un grupo criminal.
El sábado 17 de agosto, en la madrugada, comenzó a circular en redes sociales una fotografía de una manta colgada en un puente peatonal en la colonia Zacatecas de Mexicali, Baja California. En el mensaje, dirigido directamente a la gobernadora morenista, se mencionan por nombre a agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), acusándolos de estar ligados a «Los Rusos», una facción del Cártel de Sinaloa que supuestamente colabora con Ismael “El Mayo” Zambada, recientemente detenido en Estados Unidos.
La advertencia fue clara: tanto la gobernadora como los agentes de la FESC debían «atenerse a las consecuencias» si no cesaban sus acciones. Este incidente ha encendido las alarmas en la entidad, donde ya se ha implementado un operativo de seguridad en la zona, aunque hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer más detalles sobre los responsables de la amenaza.
Este no es un caso aislado en Baja California. Recientemente, la fiscal del estado, María Elena Andrade Ramírez, también recibió amenazas similares en el municipio de Tecate. En aquella ocasión, una manta firmada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue encontrada junto con supuestos restos de animal, intentando sembrar el miedo entre las autoridades.
A pesar de las amenazas, Andrade Ramírez aseguró que no cederán al temor y que continuarán con su trabajo de manera transparente, sin compromisos con grupos criminales. “Si la idea es sembrar el terror o el temor, eso no va a pasar. Nosotros seguimos con nuestro trabajo, un trabajo transparente. Si no tenemos compromisos, seguiremos trabajando como corresponde”, declaró.
El clima de violencia y las amenazas contra figuras clave del gobierno en Baja California evidencian la complejidad de la lucha contra el crimen organizado en la región. Las autoridades han reafirmado su compromiso de mantener el orden y continuar con sus labores, pese a la creciente intimidación por parte de grupos criminales.