Sinaloa a 25 de noviembre, 2024.- En un giro controvertido, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha admitido que su administración ha mantenido reuniones con grupos criminales como parte de un esfuerzo por reducir la violencia en la región. Durante una rueda de prensa, el mandatario estatal destacó que estos encuentros han permitido disminuir las confrontaciones entre organizaciones delictivas, aunque reconoció que el problema de la inseguridad persiste.
Rocha Moya enfatizó que las reuniones con los grupos criminales han sido clave para evitar enfrentamientos violentos. “Ha habido encuentros entre los grupos criminales, directamente con la autoridad”, afirmó. Sin embargo, el gobernador también subrayó que la situación sigue siendo delicada y que las tensiones entre los grupos delictivos no han desaparecido por completo. “Mientras no amanezcamos con la noticia de que hubo civiles armados o enfrentamientos, es que lo tenemos presente (el problema)”, agregó.
Esta declaración ha generado críticas y preocupaciones sobre la legitimidad de tales encuentros y su impacto en la lucha contra el narcotráfico en Sinaloa. La estrategia del gobierno ha sido cuestionada por diversos sectores de la sociedad, quienes ven en estas reuniones una posible normalización de las relaciones entre autoridades y criminales.
La situación en Sinaloa se ha vuelto más complicada desde la captura de Ismael “El Mayo” Zambada en Estados Unidos, lo que ha desatado una guerra interna entre facciones del Cártel de Sinaloa. Desde septiembre, el estado ha registrado más de 350 homicidios, un dato alarmante para una población de apenas tres millones de habitantes. Este aumento en la violencia ha llevado al cierre temporal de negocios y escuelas, afectando gravemente a la comunidad.
Rocha Moya también se refirió a la necesidad de fortalecer las instituciones encargadas de garantizar la seguridad pública. “Hemos logrado avanzar mucho, pero no podemos decir que las cosas se han terminado”, dijo, mientras insistía en su compromiso por mantener la paz en el estado.
La escalada de violencia ha tenido un impacto directo en la vida cotidiana de los sinaloenses. A pesar de que el gobernador aseguró que el 89% de las escuelas están operando con normalidad, muchos ciudadanos viven con miedo y desconfianza ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos. La economía local también se ha visto afectada, ya que muchos negocios han tenido que cerrar temporalmente debido a la inseguridad.
La revelación del gobernador Rocha Moya sobre las reuniones con grupos criminales plantea serias preguntas sobre el enfoque del gobierno hacia la seguridad en Sinaloa. Mientras la violencia continúa afectando a miles de personas, es fundamental encontrar un equilibrio entre el diálogo y el fortalecimiento del estado de derecho. La situación actual exige una respuesta clara y efectiva para abordar las raíces del problema y proteger a los ciudadanos.